Jair Bolsonaro
Presidente de Brasil
Brasil ha amenazado con abandonar la OMS, en línea con Trump, al tiempo que ha introducido cambios en el recuento de contagiados y muertos. Brasil ya ha superado a Italia y es el tercer país del mundo en número de muertos.
Brasil se ha convertido en el peor ejemplo que seguir en la gestión de la pandemia, y su presidente, Jair Bolsonaro, pretende tapar el sol con la mano. El líder ultraderechista ha dado este fin de semana una nueva vuelta de tuerca al tratar de ocultar las cifras globales de muertes y contagios, además de amagar con salir de la OMS.
El mandatario intenta enmascarar la trágica dimensión de la Covid-19. Las alarmas por la actitud obstruccionista del Gobierno saltaron el viernes por la noche, tras cuatro jornadas superando el millar de muertos diarios, en la misma semana en que la OMS se mostró muy preocupada por la situación de Brasil y después de alcanzar el tercer lugar mundial en muertos, con 35.026 al cerrar esta edición, y el segundo en contagios, con 645.771.
El boletín diario con la actualización de cifras que el Ministerio de Salud ofrecía cada tarde pasó el viernes a ser divulgado por la noche, tras los informativos televisivos de máxima audiencia y con una novedad: se informaba de los fallecidos y contagiados del día, pero no se indicaba el total acumulado.
Ayer la página del ministerio donde se resumían estadísticamente los datos totales aparecía con el mensaje de “en mantenimiento”, mientras que su último comunicado tenía un título optimista y nada acorde con la acelerada propagación de la enfermedad: “Brasil registra casi 12.000 recuperados en las últimas 24 horas”. Además, el ministerio explicó que realizará un nuevo recuento de positivos y fallecidos al considerar que la cifra real es menor –al contrario de lo que se sospecha en el resto del mundo– por haber sumado, supuestamente, decesos por otras patologías.
Bolsonaro se negó a responder sobre el cambio de metodología informativa al ser preguntado ayer por los periodistas, pero luego tuiteó que los nuevos criterios permitirán ofrecer datos “más precisos” y confirmó que no se darán más cifras totales. “Al acumular datos, además de no indicar que la mayor parte ya no tiene la enfermedad, no reflejan el momento del país”.
Un día antes, el presidente había cuestionado a la OMS después de que el organismo alertara a los gobiernos latinoamericanos de que no se puede desescalar mientras la curva crece. “EE.UU. salió de la OMS y nosotros estamos estudiando hacer lo mismo en el futuro: o la OMS trabaja sin sesgo ideológico o también nos vamos a ir; no necesitamos que nadie de fuera opine sobre nuestra salud”, dijo.
Ante este obstruccionismo, los medios de comunicación opositores, como el grupo Globo, redoblaron
“O la OMS trabaja sin sesgo ideológico o nos vamos; no necesitamos que nadie opine sobre nuestra salud”
la apuesta. “El Gobierno intenta volver invisibles a los muertos”, titulaba ayer O Globo, resumiendo las opiniones de responsables de Salud de varios estados del país, también enfrentados al líder populista por su negacionismo. Y paralelamente, TV Globo tomaba una decisión nada habitual y reservada solo para noticias más trascendentes: interrumpía la emisión de su popular telenovela nocturna –que se emite históricamente tras el telediario vespertino– para ofrecer las cifras del último boletín informativo oficial del coronavirus.