Roger Federer enfurece a los ecologistas suizos por su nueva casa
La construcción de su nueva casa frente al lago Zurich lo enfrenta a los ecologistas
Roger Federer dista mucho de ver cómo su hogar soñado, en el municipio de Rapperswil-jona y a orillas del lago Zurich, se levanta mansamente piedra a piedra. Al coste inicial del proyecto, que ocupa tres campos de fútbol, debe sumar 18,5 millones de euros en tareas de descontaminación, pues se han hallado residuos de anteriores construcciones hasta 90 cm de profundidad en el subsuelo. Y ahora, los conservacionistas acaban de entablar acciones legales ante su idea de cerrar un tramo del acceso público al lago.
El tenista más laureado de la historia es también el deportista que más dinero gana en el mundo. Forbes le calcula una fortuna de 130 millones de dólares (116 millones de euros) solo en premios durante su carrera, si bien el grueso de su patrimonio –como el de muchos otros deportistas de élite– se debe a ser prescriptor de distintas firmas. Su más importante patrocinador es la textil japonesa Uniqlo, con la que firmó un contrato de 300 millones de dólares (268 en euros) por un período de 10 años.
Así, además del proyecto junto a lago Zurich, Federer es propietario de un apartamento en el piso 50 de un lujoso edificio en Dubái, una casa de montaña en el pueblo suizo de Valbella-lenzerheide y otra en Herrliberg, un pequeño municipio próximo a la ciudad de Zurich. La modernísima mansión de tres plantas de Wollerau, a la otra orilla del lago, la vendió en julio del 2018, apenas un año después de terminar de construirla.
El conflicto con su actual proyecto de hogar no se trata tanto de un problema económico sino de paz mental, porque en cuanto a los trabajos de descontaminación, la asociación nacional Aqua Viva acaba de presentar alegaciones sobre los documentos presentados por la constructora como propuesta. Afirman que no están completos y no van a permitir que la protección del agua del lago pueda quebrarse.
En cuanto al segundo problema, aunque la ley suiza dice que las vías
Los conservacionistas entablan acciones legales ante su idea de cerrar un tramo del acceso público al lago
El suelo sobre el que está edificando el tenista presenta altos índices de contaminación
fluviales pertenecen al público, Federer pretende –como muchos propietarios ricos– un sendero privado al lago a través de su finca en lo que debería ser un camino ribereño de acceso público que obligaría a los peatones a rodearla. La controversia a la que se enfrenta Martin Stöckling, alcalde de Rapperswil-jona, no es menor: por un lado, los vecinos, y por el otro, una estrella nacional y de los más grandes deportistas de todos los tiempos.
“Hay innumerables lugares en los que el público puede acceder al lago sin ningún problema”, afirma Stökling, poniéndose del lado del tenista. Al menos, mientras no crezca la presión pública y de las entidades conservacionistas. Según
la ley de Ordenación del Territorio, todos los lagos y ríos de Suiza pertenecen al público pero se discute si eso incluye las orillas de los ríos y los lagos.
El caso de Federer no es ni mucho menos excepcional: si 40 años después de la entrada en vigor de esa ley sigue habiendo problemas con el acceso a todas las vías fluviales se debe a que los políticos locales no quieren molestar a sus mejores contribuyentes, según la prensa suiza. Quizá por todo ello Federer se planteó en abril del año pasado vender un terreno que compró a finales del 2011. Pedía 32,4 millones de euros por la parcela, de 5.600 metros cuadrados. De momento continúa siendo el propietario, y su sueño se está convirtiendo en pesadilla.