No bajemos la guardia con la investigación
Vivo y estudio en Princeton, un pueblo universitario de 30.000 habitantes a una hora en tren de Manhattan. A mediados de marzo, cuando la pandemia ya había llegado a Estados Unidos y se recrudecía en Europa, la Universidad de Princeton reaccionó cancelando todas las clases y seminarios y obligando a que se hicieran online, a través de Zoom. A los estudiantes de grado se les pidió que pasaran la cuarentena en sus casas para evitar un brote en las residencias y concentrarse en atender a los estudiantes de doctorado e investigadores. A estos últimos se nos impusieron medidas de distanciamiento, pero la universidad fue eficaz en dotarnos de recursos para que no se redujera la actividad investigadora. La prioridad absoluta era y sigue siendo que no se interrumpa la investigación.
¿Qué destacarías de la gestión hecha de la crisis por Princeton? ¿Cómo se ha visto la gestión de Barcelona desde tu ciudad?
Al principio de la pandemia, las noticias que llegaban de los hospitales italianos y españoles se veían con terror desde la zona de Nueva York. La mayor parte de las noticias del extranjero se centraron en la situación y gestión sanitaria de los países europeos. Se recalcaban los errores, pero también los aciertos de la gestión sanitaria española, con el objetivo de concienciar a la población americana de los riesgos de la pandemia y de cómo se debía actuar cuando llegase lo peor a Estados Unidos. No obstante, aunque no me sorprende, las noticias informaron muy poco sobre cómo la pandemia afecta a los centros de investigación en Barcelona y cómo ha sido la gestión de nuestras instituciones. Ahora, el mundo, comprensiblemente, piensa solamente en cómo salir de la crisis del coronavirus.
Propuesta para Barcelona
Barcelona no puede bajar la guardia con la investigación y, al igual que Princeton, deberíamos hacer todo lo posible para que no se interrumpan los proyectos que ya estaban en marcha. En vísperas de una crisis económica de una magnitud sin precedentes, deberemos ser inteligentes a la hora de administrar recursos y evitar el cortoplacismo. Barcelona, que ya ha logrado convertirse en un centro importante de investigación (médica, farmacéutica, tecnológica y económica), no puede permitirse quedarse atrás por la pandemia. A la larga, solo con la investigación y el conocimiento conseguiremos salir de esta crisis con puestos de trabajo bien remunerados y una ciudad que atraiga al talento. Nuestras instituciones deben estar a la altura para evitar el colapso de un sector clave para el futuro.
LA UNIVERSIDAD FUE EFICAZ EN DARNOS RECURSOS PARA SEGUIR INVESTIGANDO SE INFORMÓ MUY POCO DE CÓMO LA PANDEMIA AFECTÓ A LOS CENTROS DE INVESTIGACIÓN SOLO CON INVESTIGACIÓN Y CONOCIMIENTO CONSEGUIREMOS SALIR DE LA CRISIS