Epílogo a la leyenda del barco hotel fantasma del Fòrum
Quince años después del concurso público, el Ayuntamiento y el grupo concesionario ponen punto final a una iniciativa que naufragó
Con el zoo marino, el nuevo Nou Camp sobre el Mediterráneo, el monorraíl costero, la cola de la novia del edificio singular de Frank Gehry en la Sagrera y tantos otros forma parte de la magnifica colección de la Barcelona de los prodigios que nunca se harían realidad. Pronto se cumplirán quince años que comenzó a escribirse la leyenda del barco hotel del Fòrum. Y no fue hasta hace unos pocos días que el Ayuntamiento puso el epílogo a un culebrón de una época de esta ciudad muy distinta de la actual, cuando los hoteles de Barcelona comenzaban a llenarse de visitantes de todo el mundo y el turismo se convertía en la gallina de los huevos de oro de un negocio inmediato y muy rentable.
La comisión de gobierno del pasado 28 de mayo acordó liquidar definitivamente el procedimiento de adjudicación del contrato de cesión de uso del amarre situado en la parcela número 18 del Port Fòrum de Sant Adrià del Besòs, especificado en el convenio suscrito el 20 de marzo del 2006 por el Consistorio barcelónés y la sociedad finlandesa Kuntoutusyhtymä-rehab (más conocida por grupo Sunborn).
En su día, y después de un concurso público, Sunborn se hizo con el derecho a amarrar su palacio flotante –que iba a fabricarse en unos astilleros de Tailandia– frente a la pérgola fotovoltaica del Fòrum a cambio de abonar un canon anual de 400.000 euros. En un primer momento se apuntó que el barco hotel de lujo estaría en Barcelona a finales del 2007. En los años sucesivos el calendario de estreno se fue desplazando casi tanto como la fecha de inauguración de la estación central de la Sagrera. Y en el 2014, el periodista Javier Ortega Figueiral alertaba de la aparición del buque fantasma.., pero en Gibraltar!
Tal lentitud en la singladura del buque llevó al Ayuntamiento presidido entonces por el alcalde Xavier Trias a iniciar en el 2014 los trámites para resolver el contrato al considerar que Sunborn había incumplido sus obligaciones y se incautó las garantías. Lo que había comenzado con una tormenta política local (ni la oposición formada hace quince años por CIU y PP, ni ERC ni Iniciativa, socios de gobierno del PSC, ni los hoteleros de Barcelona veían con buenos ojos esta singular iniciativa) derivó en una batalla judicial entre el Ayuntamiento y el grupo favorecido con la concesión.
La actuación municipal fue anulada por una sentencia de enero del 2016 del juzgado contencioso administrativo número 12 de Barcelona, que consideró que el Ayuntamiento no tenía potestad para resolver unilateralmente
Tras una sentencia judicial del 2016, el Consistorio anula la factura de penalización y recupera el amarre
el contrato. Tras pleitear en los tribunales, quince años después de que los barceloneses comenzaran a imaginarse un hotel de lujo sobre las aguas del Port Fòrum y bajo la sombra de la icónica placa solar, el gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni –el teniente de alcalde socialista asume la función de liquidador en este proceso– ha acordado finalmente anular la factura de 1.600.000 euros cursada en su día a Sunborn en concepto de penalización por no abonar el canon y recuperar el derecho de uso amarraje, valorado según fuentes municipales en unos 3,6 millones de euros.
Una discreta anotación en el acta de una comisión de gobierno de la era Covid pone así punto final a un largo desacuerdo y, en consecuencia, a la leyenda del barco hotel fantasma, aquel que los habitantes de Barcelona solo alcanzaron a ver gracias a fotomontajes como el que acompaña esta información.