Popular y vitalista
Pau Donés, líder del grupo musical Jarabe de Palo, falleció ayer en Barcelona a los 53 años, un cuarto de siglo después de iniciar la carrera musical que le convertiría en referente de la escena pop. También en un creador capaz de despertar la empatía de públicos muy diversos gracias a sus tonadas pegadizas, aparentemente intrascendentes, pero a menudo animadas por un contagioso vitalismo, por sus mensajes positivos y por la simpatía de su autor.
Todo empezó con La flaca, una canción inspirada por una joven cubana, que tuvo un arranque lento pero logró tremenda difusión mediados los noventa, después de que se incluyera en un anuncio de cigarrillos. Ahí se disparó la carrera de Jarabe de Palo. El vídeo de aquella canción, con ecos de Radio Futura, se grabó en una azotea neoyorquina, con las Torres Gemelas al fondo, y fue el pórtico de una trayectoria que se expandiría por escenarios europeos, americanos y asiáticos.
A aquel éxito inaugural le sucederían otros, como Depende, Bonito o Agua, unos en la línea pop y pegadiza de La flaca, otros más intimistas, que alcanzaron notable eco y mantuvieron a Donés y su grupo en la cresta de la ola, sobre todo en el último tramo del siglo pasado.
Ese vitalismo al que aludíamos iba a menudo de la mano, en las canciones de Donés, de una conciencia de la finitud de la existencia, que ahora parece premonitoria. Lo cual le permitía lanzar, incluso en temas bailables, sutiles consejos sobre la conveniencia de valorar y exprimir la existencia. “Bonita la paz, bonita la vida / Bonito volver a nacer cada día”, cantaba en su tema Bonito, inmortalizado en un excelente vídeo.
En el 2015, durante una gira por Estados Unidos, a Pau Donés le fue diagnosticado un cáncer de colon. El compositor y cantante se sometió a una intervención quirúrgica y siguió su camino. Pese al mal pronóstico médico, siguió componiendo y haciendo giras, dando pruebas tangibles de esa vitalidad que pregonaba en sus canciones. Siempre llevó la enfermedad con un ánimo ejemplar, hablando de ellas sin tapujos, apoyando a otros enfermos, contribuyendo en cuantas causas fue requerido, y demostrando día a día que su compromiso vital era genuino y generoso.
La semana pasada publicó su nuevo disco, Tragas o escupes, previsto para septiembre y probablemente anticipado por la inminencia del final. Donés aparecía flaco y demacrado en el vídeo de Eso que tú me das, pero con el ánimo aún entero, dando las gracias a cuantos le habían apoyado en su difícil camino. El ambiente parecía festivo, y el escenario elegido era de nuevo una terraza, dando simetría a la trayectoria de Donés, un creador al que recordaremos por sus canciones, pero también por su amable, valeroso y aleccionador modo de ser y de estar en el mundo. Descanse en paz.
Pau Donés será recordado por sus canciones y por su amable, valeroso y aleccionador modo de ser