Sabiduría vivaz y esencial
Nada debería ser llamado crecimiento si no crecen también los árboles, dice este emboscado al que le separan 15 km de árboles de cualquier vecino desde que a los 21 años decidió vivir como campesino y pastor de cabras, en el seno de las arboledas de las Villuercas. Pese a ello la vida le ha dado para unos 5.000 programas de radio, 340 documentales y unas 2.500 conferencias. Comprometido hasta el tuétano con la sabia salvia de los bosques ha cosechado más de 50 premios (ONU incluida) y hay lagunas e institutos con su nombre. Desde que murió su padre planta bosquetes en memoria de la gente que ha amado, lleva 14. Publica su libro 111, Los árboles te enseñan a ver el bosque (Crítica), una delicia en la que poesía, literatura, ciencia, cultura y sabiduría se mezclan con naturalidad.