Calvo abre una etapa de “sintonía” con la Conferencia Episcopal
Lejos, muy lejos quedan ya los tiempos en que la Conferencia Episcopal Española (CEE), bajo los mandatos del entonces cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, se convirtió en ariete contra el gobierno socialista de Zapatero. La asignatura de Educación para la Ciudadanía, el matrimonio homosexual y hasta la negociación con ETA provocaron incluso manifestaciones de los obispos en las calles, arropadas por el PP. Y, pese a que la Iglesia y el Vaticano han tenido ya algunos desencuentros con el Gobierno de Pedro Sánchez, sobre todo durante el complejo proceso que culminó con la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, ahora se abre una nueva etapa de “sintonía y colaboración”.
Así lo aseguran en la Moncloa a La Vanguardia una vez la vicepresidenta Carmen Calvo celebrase ayer su primera reunión oficial con el nuevo presidente de la CEE, y cardenal arzobispo de Barcelona, monseñor Juan José Omella. El encuentro se prolongó durante dos horas y la perspectiva de entendimiento es “total”, celebran en la Moncloa.
La de ayer fue la primera cita entre Calvo y Omella, tras su nombramiento como presidente de la CEE el pasado 3 de marzo, pero ambos ya se conocieron el pasado octubre, cuando el papa Francisco nombró dos nuevos cardenales españoles. Calvo y Omella acordaron establecer “una agenda amplia de trabajo para avanzar en un modelo que permita la colaboración y la resolución
La vicepresidenta y monseñor Omella pactan una agenda de trabajo para abordar las “discrepancias”
de las posibles discrepancias que pudieran plantearse”. Y es que, pese a “la buena disposición” de ambos para abordar “sin restricciones” las cuestiones pendientes, en dicha agenda hay temas espinosos como el pago del IBI, las inmatriculaciones o la reforma educativa. También acordaron “revitalizar” la comisión mixta prevista en los acuerdos con la Santa Sede para “actualizar las relaciones entre la Iglesia y el Estado”.