Turismo, llega la hora del despegue
El fin del estado de alarma ha permitido abrir las fronteras. Los viajeros ya pueden moverse libremente por los destinos que deseen y empiezan a llenarse aviones, trenes y cruceros. Pero el sector turístico está muy lejos de la normalidad y la temporada de verano cerrará con unos números muy por debajo de la media de otros años. Ante esta situación, el sector busca nuevas fórmulas para pasar estos meses y afrontar el futuro con garantías. Las nuevas tecnologías serán una de las claves. En este sentido, a principios de este año ya se creó el Centro de Excelencia COE in Tourism Innovation, impulsado por Eurecat, una iniciativa público-privada con el objetivo de favorecer la innovación, la sostenibilidad y la competitividad de los destinos y de las empresas, mediante actividades de investigación aplicada, innovación, transferencia del conocimiento y servicios de inteligencia competitiva.
Joan Borrà, ICT & Tourism Project Manager del Departamento de Innovación Turística del centro tecnológico Eurecat, recuerda que hay destinos en nuestro país que dependen mucho de los mercados internacionales, de modo que es vital “generar confianza y demostrar que somos un destino seguro”. Pero también reconoce que son momentos de incertidumbre y que este año los viajeros preferirán destinos próximos. En este contexto inédito es importante conocer más a fondo los comportamientos de los viajeros, y eso es posible gracias a la ciencia de los datos.
El turismo es uno de los sectores más digitalizados, detrás del industrial y las telecomunicaciones, y en condiciones normales los
“Todo el sector se ha volcado en el análisis de los datos para construir planes estratégicos que se adapten a la nueva realidad”
destinos y las empresas innovaban para mejorar. “Ahora lo
hacen por necesidad”, afirma el experto que reconoce que queda mucho camino por recorrer. Y las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el Big Data pueden ser de mucha ayuda. “Desde el inicio de la pandemia todo el sector se ha volcado en el análisis de los datos para poder sacar información útil y construir planes estratégicos que se adapten a la nueva realidad”. Son datos que provienen de las consultas on line, de las conversaciones de las redes sociales y de otras fuentes como los sensores instalados en puntos clave de algunos destinos que nos permiten predecir intenciones de visitas, necesidades o intereses y definir la estrategia más eficiente para captar a los clientes.
Democratización de la tecnología
Y esa digitalización no atañe solo a las grandes corporaciones o destinos, sino que también se extiende a pymes y empresas familiares. “Hay herramientas de marketing digital que a través de la inteligencia artificial te permiten personalizar la oferta”, explica Borràs que sin embargo reconoce falta de información. Es por este motivo y para favorecer la transformación digital de pequeños hoteles familiares o restaurantes que Eurecat trabaja en la formación. Unos cursos que durante la pandemia se han ofrecido on line y que han tenido un éxito notable. “Muchos se están adaptando y damos cursos para conocer estas herramientas. Si solo se digitalizan los grandes la brecha será cada vez mayor y las empresas medianas y pequeñas serán menos competitivas. La economía de escala permite tener herramientas muy económicas que deben llegar a todos”, asegura el experto. Unas tecnologías que ya existían pero que ahora son más necesarias que nunca.
“En Eurecat trabajamos en identificar necesidades y en las nuevas tecnologías para crear proyectos con el objetivo de que las empresas sean más innovadoras”, recuerda Borràs. Como la aplicación de la inteligencia artificial en los sistemas de recomendadores. “Hasta ahora ofrecían el lugar que te podía interesar, pero con la nueva realidad también deben ofrecer lugares donde te sientas seguro, donde haya protocolos de higiene o teniendo en cuenta el aforo en tiempo real, por ejemplo, en las playas”, explica el experto que reconoce que hoy “la percepción de seguridad pasa por delante de todo”. Y en este caso, ya se han detectado tendencias como un aumento de las consultas sobre destinos rurales, “que deberemos ver si será temporal o permanente”. “Nosotros intentamos entender estos nuevos comportamientos para que las empresas puedan trazar mejor sus estrategias y ofrecerles conclusiones, ideas y consejos sobre estas nuevas tendencias”, añade Joan Borràs.
Y en cuanto a las tendencias tecnológicas, aumenta el interés por el blockchain para crear certificados digitales y garantizar la seguridad de los viajeros. También se apuesta por el reconocimiento facial en el check in de los hoteles. “Algunos hoteles lo habían implantado para mejorar la experiencia del cliente y evitarle las esperas, ahora lo adoptan por seguridad. Hay tecnologías que la pandemia ha acelerado y que no se hubieran implementado hasta los próximos tres o cuatro años. Algunas se quedarán, como el internet de las cosas y los sensores para garantizar el distanciamiento social y una interacción contactless (sin contacto). Ya teníamos proyectos en los que usábamos sensores para ver el aforo de las playas, esa necesidad ahora se ha disparado”, reflexiona Borràs. Para el experto, “ahora es el momento de replantearse las cosas, de hacer una reflexión y detectar las oportunidades que nos ofrece la tecnología para tomar decisiones en clave de sostenibilidad”, concluye.