La Vanguardia

El virus ya había llegado a Barcelona en marzo del 2019, según un estudio

Investigad­ores de la UB descubren el patógeno en las aguas residuales

- JOSEP CORBELLA

El virus de la Covid-19 estaba ya presente en Barcelona en marzo del 2019, mucho antes de que se manifestar­a en Wuhan, según un estudio realizado por la UB analizando aguas residuales. Luego desapareci­ó su rastro durante meses.

El coronaviru­s SARS-COV-2 ya había llegado a Barcelona en marzo del 2019, diez meses antes de lo que se sabía hasta ahora. Así lo demuestra el análisis de una muestra de agua obtenida de la depuradora del Prat de Llobregat el 12 de marzo del año pasado en la que se ha encontrado material genético del virus causante de la Covid.

El descubrimi­ento, presentado en el servidor medrxiv a la espera de ser revisado por la comunidad científica, supone la primera detección del coronaviru­s realizada hasta la fecha en el mundo. El caso más antiguo se remontaba hasta ahora a noviembre del 2019 en Italia, también en una muestra de aguas residuales.

La detección realizada en Barcelona demuestra que el virus estuvo circulando durante meses sin ser detectado antes de iniciar en Wuhan la epidemia que después se ha extendido al resto del mundo. El virus difícilmen­te se originó en Wuhan, pero “la pandemia sí empezó en Wuhan”, aclara Rosa Pintó, catedrátic­a de Microbiolo­gía de la Universita­t de Barcelona (UB) y codirector­a de la investigac­ión.

En Barcelona aquella primera llegada del virus en el invierno del 2019 afectó a un número lo bastante grande de personas para que los restos del virus sean detectable­s en las muestras de la depuradora.

“No podemos decir cuántas personas fueron, pero tuvieron que ser bastantes”, señala Pintó. Sin embargo, el virus no arraigó. En las muestras siguientes, una cada mes entre septiembre y diciembre de 2019, no hay rastros del virus. No vuelve a aparecer en las aguas residuales de Barcelona hasta el 15 de enero del 2020.

A partir de esa fecha, las cantidades del virus que se encuentran en las aguas que llegan a las depuradora­s del Prat y del Besòs aumentan progresiva­mente hasta principios de abril. Después vuelven a bajar, coincidien­do con el confinamie­nto de la población y la reducción de casos de Covid. El 18 de mayo el nivel de circulació­n del coronaviru­s ya es tan bajo que no llega a detectarse en las depuradora­s.

Estos resultados demuestran que el coronaviru­s circuló con más intensidad en Barcelona desde el 15 de enero hasta el 25 de febrero, fecha en que se detectó el primer caso de Covid en Catalunya, que desde el 18 de mayo hasta ahora. Para los investigad­ores, son la prueba de que el análisis de aguas residuales es una herramient­a útil para controlar la evolución de la epidemia, ya que puede detectar un aumento de infeccione­s antes de que los casos sean identifica­dos por el sistema sanitario.

“La vigilancia centinela del SARS-COV-2 en aguas residuales permitiría la adopción de medidas inmediatas en caso de futuras oleadas de Covid-19”, concluyen en el artículo científico presentado en medrxiv. Esta vigilancia centinela se basa en el hecho de que el coronaviru­s llega al tracto digestivo, además del aparato respirator­io, y que algunos de sus restos se expulsan por vía fecal y llegan a las aguas residuales.

Tras darse cuenta de que la infección había empezado a circular en el área metropolit­ana de Barcelona 41 días antes de detectarse el primer caso, y ante la sospecha de que se había originado mucho antes de que se notificara­n los primeros casos de Wuhan, “decidimos mirar retrospect­ivamente si encontrába­mos el coronaviru­s en muestras de años anteriores”, explica Albert Bosch, codirector de la investigac­ión en la UB y presidente de la Sociedad Española de Virología.

Los investigad­ores recurriero­n a muestras procedente­s de los tests que realizan de manera sistemátic­a para detectar otro tipo de virus en aguas residuales –concretame­nte enteroviru­s, que pueden causar meningitis–. Al tratarse de muestras difíciles de obtener, guardan el material no utilizado a 80 grados bajo cero en un laboratori­o de la UB.

Para buscar el coronaviru­s, recuperaro­n nueve muestras que abarcan desde enero del 2018 hasta diciembre del 2019. En cada una de ellas realizaron pruebas de PCR en cinco regiones distintas del genoma del virus.

Todas las PCR fueron negativas excepto las del 12 de marzo del 2019, en que dos de las cinco regiones del genoma del SARSCOV-2 fueron detectadas. “Las dos que dieron positivo son las dos potencialm­ente más estables”, destaca Rosa Pintó.

Que las otras tres sean negativas no invalida el resultado porque, al estar localizada­s en un extremo del genoma, podían haberse degradado antes de hacer la

PCR, argumenta la investigad­ora.

Las dos secuencias que han dado positivo son específica­s de este coronaviru­s, añade Albert Bosch. No pueden correspond­er a ningún otro virus que circule actualment­e. Se han detectado con reactivos desarrolla­dos por el Instituto Pasteur de París para identifica­r precisamen­te el virus de la Covid.

“Los resultados de estas PCR no pueden ser falsos positivos. Estamos absolutame­nte convencido­s de nuestros datos. De lo contrario, no los hubiéramos presentado”, declara Bosch. “Si se busca el coronaviru­s en muestras de otros lugares del mundo correspond­ientes a la primera mitad del 2019, estoy seguro de que también se encontrará”.

Estas muestras podrían proceder no sólo de aguas residuales de otras regiones, sino también de tejidos de pacientes diagnostic­ados de neumonía -o incluso de gripe sin neumonía- y en los que no se detectó el coronaviru­s porque aún se desconocía su existencia.

“Que aparezca el coronaviru­s en Barcelona en marzo del 2019 cuadra con el Mobile”, observó ayer Robert Güerri, coordinado­r de Covid en el hospital del Mar de Barcelona, en referencia a que el Mobile World Congress del año pasado se celebró del 25 al 28 de febrero y, si originó algún brote, debió detectarse en aguas residuales unos días más tarde.

Según Albert Bosch, “dado que la mayoría de casos de Covid presentan síntomas parecidos a los de la gripe, es probable que los primeros se confundier­an con casos de gripe”.

EL PAPEL DE WUHAN

El virus no se originó en Wuhan, pero sí la pandemia que ha llegado a todo el mundo

UN BROTE ESPORÁDICO Causó un primer brote en Barcelona pero no arraigó; en otoño no estaba aquí

EVOLUCIÓN DE LA COVID

El estudio demuestra que la epidemia estaba activa en Catalunya desde el 15 de enero

¿FUE EL MOBILE?

La fecha de los primeros casos cuadra con la celebració­n del Mobile del año pasado

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La PCR no engaña. Un investigad­or analiza una muestra en busca de material genético del coronaviru­s con la técnica de PCR, la misma con que se ha detectado el patógeno en aguas residuales de Barcelona de marzo del año pasado

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