Casado duda de la capacidad de Sánchez para dirigir la economía
El líder del PP se apunta el éxito de los fondos europeos para la gestión post-covid
El PP sigue creyendo que los ciudadanos valoran, sobre todo, de su partido la gestión económica, acordándose de los gobiernos que presidieron José María Aznar y más tarde Mariano Rajoy, aunque este mito se cayó un poco abajo, particularmente entre los militantes del PP, cuando el Gobierno que sustituyó a Zapatero tuvo que subir impuestos nada más llegar al poder, a pesar de sus promesas de bajarlos, o que solo hizo en el último momento y en vísperas electorales.
Pero convencido de que la política será en los próximos meses, y años, la economía, el equipo de Pablo Casado vuelve a fiarlo todo a la economía y a intentar que vuelva a calar entre los ciudadanos el mensaje de que es el PP, en el Gobierno, el único que podrá sacar a España de la crisis, y más vistas las políticas y discrepancias en el seno del equipo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Las campañas de las elecciones gallegas y vascas del 12 de julio son el laboratorio de experimentos de Casado, que está centrando sus discursos en la economía y, sobre todo, en las políticas para afrontar la crisis pospandémica. Ahí Europa juega un papel primordial y, en contra de los primeros augurios, habrá fondos europeos, y España se llevará una buena parte; la condicionalidad será asumible, no será como en los rescates de la crisis del 2008, y los hombres de negro no tomarán las riendas del país ni dictarán sus políticas.
Casado ha adoptado ahora el discurso de la duda sobre la capacidad que pueda tener o no –el líder popular cree que no– el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para negociar en Europa no la condicionalidad, sino que el dinero que se destine a estos fondos no se retraiga de otras partidas vitales para España.
El presidente del PP ve en Sánchez falta de empuje, y echa de menos que el Ejecutivo no se vaya a Bruselas y se rompa la cara para que los fondos no acaben perjudicando a España, que es lo que hizo el PP en la negociación de los últimos presupuestos europeos y los últimos fondos de cohesión cuando, dijo, Arias Cañete y García Tejerina se plantaron en Bruselas y negociaron “a cara de perro” hasta conseguir 47.000 millones de euros.
Desde Lugo, Pablo Casado expresa su miedo porque el dinero de los fondos se detraiga de los recursos de la PAC, vitales para comunidades como Galicia, y no ve a Sánchez en condiciones de hacer esa negociación. Pero ahí está el PP, dice Casado, ayudando, por mucho que Sánchez pida que por lo menos no estorbe. Está ahí, explica, porque el fondo lo creó la comisaria europea, del PP, y los dos comisarios que negocian los fondos son del PP. Casado
tampoco entiende que Sánchez vaya a Galicia y no hable de eso, o de Alcoa, a la vez que le recrimina que vaya a Galicia o a Euskadi “a insultarnos”.
Casado ve a Sánchez “crispado, enfadado, quejándose, como si no le estuviéramos ayudando con los problemas que ha tenido”. Para el líder del PP son excusas de Sánchez, que oculta que los datos económicos ya eran malos antes de la pandemia, y ahora se han agravado.
Casado le echa la culpa a Sánchez del cierre de Nissan en Barcelona, cuando la amenaza de cierre llevaba dos años y ahora ocurre, “porque Sánchez no ha hecho nada”. Y también culpa al presidente del Gobierno de lo que ocurra con Alcoa: “Feijóo no ha podido hacer mas”, concluyó.
AVISO
Advierte que si no se negocia bien los fondos pueden perjudicar los recursos de la PAC
CRÍTICAS
El presidente del PP ve al jefe del Ejecutivo enfadado, crispado y quejándose