Alimentaria se aplaza de nuevo por el coronavirus hasta mayo del 2021
Fira de Barcelona reinicia de forma gradual su actividad a partir de septiembre
Fira de Barcelona y el comité organizador de Alimentaria, el segundo salón por importancia de la institución ferial tras el Mobile World Congress (MWC), decidieron ayer aplazar el certamen que se iba a celebrar entre el 14 y el 17 de septiembre próximos y pasarlo al 17-20 de mayo del 2021. Se trata del segundo aplazamiento, tras el ejecutado en marzo, mes y medio antes de las fechas previstas, entre el 20-23 de abril pasados.
Los organizadores se han rendido a la realidad: ahora es imposible garantizar que en septiembre se puede organizar una de las grandes ferias porque las empresas siguen restringiendo los viajes de sus empleados y directivos, muchas de ellas están teletrabajando y, sobre todo, no hay visibilidad. ¿Cómo estará el virus en septiembre? Es una incógnita. Ante las dudas, mejor aplazar la feria ahora que más tarde. Además, si se hubieran mantenido las fechas, la ocupación del salón y el número de visitantes –sobre todo, los internacionales– habría sido muy inferior.
“Nuestro objetivo es realizar una gran edición, con las máximas expectativas comerciales, de networking y asistencia de compradores y visitantes internacionales”, apuntó Josep Lluís Bonet, presidente del comité organizador. Bonet ha cumplido lo prometido hace dos semanas de ser sensible con las demandas de las empresas. La decisión se tomó ayer tras “escuchar al sector, al que agradecemos su respaldo y apuesta por un evento que, sin duda, contribuirá a reactivar la economía, tan castigada en estos momentos”. La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) había pedido el aplazamiento de Alimentaria y algunos pesos pesados, como Nestlé, ya habían anunciado que si el salón se celebraba en septiembre no acudiría.
La no celebración de Alimentaria en el 2020 supone un duro golpe económico para Fira de Barcelona, que está tratando de recuperar cierta normalidad pero que tiene a unos 400 trabajadores en un ERTE hasta finales del 2020. La idea es salvar este año de la mejor manera con la celebración de algunos certámenes –combinando la presencia física con la exposición virtual– y esperar que todo vaya volviendo a su cauce en el 2021.
El próximo ejercicio, si el virus lo permite, será potente para la fira con salones como el IOT Solutions World Congress, Expoquimia, Eurosurfas y Equiplast, Hostelco. Junto a ellos, tendrán lugar Hispack, ya previsto inicialmente para el próximo año, al igual que Barcelona Building Construmat, Automobile Barcelona o Piscina & wellness, entre otros muchos. El año 2021 destacará también por la vuelta del MWC, y dos salones potentes nuevos: el ISE, el más importante del mundo de la industria audiovisual, que hasta este año se celebró en Ámsterdam, y Seafood, referente para productos del mar que hasta ahora tenía lugar en Bruselas.
El director general de la Fira, Constantí Serrallonga, reivindicó ayer el potencial de la institución como “gran instrumento de reactivación económica, sobre todo en el actual contexto, dada la gran variedad de sectores empresariales presentes en los eventos y el impacto económico y social que genera en el territorio”.
La Fira trata de salvar un año muy difícil y confía en un 2021 que sea excepcional, ya con el virus controlado