Una pasarela indiscreta
El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha fallado a favor de unos vecinos de la rambla Badal de Barcelona que denunciaron al Ayuntamiento porque la construcción del cajón elevado sobre las vías de Sants vulnera su derecho a la intimidad, ya que la estructura que cubre la playa de vías queda a escasísima distancia de su vivienda. La sentencia condena al Ayuntamiento a indemnizar con cerca de 120.000 euros a los afectados por la devaluación económica de su piso y otros 20.000 por daños morales. La resolución de este caso evidencia una vez más la necesidad de que las administraciones actúen por el bien común, pero sin lesionar innecesariamente los legítimos intereses personales de los vecinos, que en esta ocasión eran indiscutibles. No cabe duda de que la construcción de la rambla ajardinada que ocultó las vías del tren, una cicatriz urbana muy visible cuando el cajón se interrumpe abruptamente en la frontera con l’hospitalet, supuso una mejora, pero el caso que nos ocupa demuestra que, antes de materializarla, se debían haber estudiado soluciones que minimizaran las afectaciones negativas.