Piscinas que delatan
El consumo desmesurado de agua en algunos chalets de las urbanizaciones de Calafell ha servido para que el Ayuntamiento detectara ocupaciones ilegales. “Utilizan las piscinas y, como no pueden limpiar el agua, las vacían y las vuelven a llenar, y eso dispara el contador”, explica un portavoz municipal. En esta localidad el Ayuntamiento tiene contabilizadas más de 300 casas ocupadas desde que, a partir de la crisis del 2008, explosionó el fenómeno. Cuando los ocupantes no tienen ningún certificado de vulnerabilidad económica y no son usuarios de los servicios de bienestar social, el Ayuntamiento inicia el proceso para cortar el suministro de electricidad y agua. En la gran mayoría de las ocasiones, los propietarios de estas casas son fondos de inversión o entidades bancarias, y se han detectado incluso ocupaciones de fin de semana.