La nueva geopolítica
Porlo general, el concepto de ge o política energética se asocia con el petróleo y el gas, mientras que, comúnmente, la energía solar, eólica y otras fuentes y tecnología s renovables suelen considerar se inmunes a tales riesgos. Nada más lejos de la realidad. También presentan riesgos geopolíticos asociados a la producción y el refino de muchos minerales que resultan críticos para la transición a un modelo energético más eficiente y descarbonizado.
De hecho, la producción de estos minerales críticos está más concentrada geográficamente que la del petróleo o el gas natural. En el caso del litio, el cobalto y varias tierras raras, los tres primeros países del ranking mundial de productores controlan más de tres cuartas partes del total de la extracción global, con la particularidad de que en algunos casos un solo país acapara más de la mitad de dicha producción. Asimismo, la concentración de las operaciones de refino también es muy alta, de modo que, por ejemplo, China representa por sí sola entre el 50% y el 70% del refino mundial de litio y cobalto. Este país también ocupa una posición dominante a lo largo de toda la cadena de valor de las tierras raras, siendo el responsable del 85%-90% de las operaciones de procesado que convierten las tierras raras en metales e imanes.
Esta monopolización es motivo de preocupación para las empresas que utilizan minerales importados para fabricar paneles solares, turbinas eólicas y baterías, ya que sus cadenas de suministro pueden verse súbitamente afectadas por cambios regulatorios, restricciones al comercio y episodios de inestabilidad política. La República Democrática
Las renovables también presentan riesgos asociados a la producción y al refino de muchos minerales críticos
de Congo (RDC), por ejemplo, casi triplicó la tasa de regalías del cobalto en el 2018 al clasificar este elemento químico como una sustancia “estratégica”. Indonesia ha prohibido las exportaciones de mineral de níquel a partir de este año. Y el intento de China de limitar las exportaciones de tierras raras en el 2010 tuvo repercusiones significativas en el mercado. Sin duda, incluso en un mundo electrificado y con gran implementación de las energías renovables, la geopolítica en torno a los recursos seguirá desempeñando un papel clave.
Además, en algunos casos, las actuales prácticas de extracción son ineficientes, inseguras, contaminantes y provocan descontento y protestas sociales. De este modo, cerca del 20% de la producción de cobalto en la RDC se basa en una minería artesanal que emplea herramientas rudimentarias en condiciones muy peligrosas. Y el procesamiento de tierras raras en China implica el uso de grandes cantidades de productos químicos nocivos, así como la generación de enormes volúmenes de residuos sólidos y líquidos, que no siempre se gestionan adecuadamente. Estas malas prácticas constituyen el caldo de cultivo propicio para crecientes preocupaciones y tensiones ambientales y sociales, las cuales representan desafíos adicionales para la estabilidad del abastecimiento y el comercio global de los minerales que posibilitan la transición energética.