Sánchez atribuye a las autonomías la gestión de los rebrotes de Covid
El presidente advierte que la decisión de mantener las elecciones es de Feijóo
EL PAPEL DEL EPIDEMIÓLOGO Simón, cuya voz llegó a usar Feijóo en un vídeo de campaña, evita entrar en la refriega
PROYECCIONES DE LOS PARTIDOS Las previsiones de abstención crecen, aunque por ahora no llega a ser escandalosa
EL ESCAPARATE
CAES coincide con las declaraciones que hizo ayer desde Lisboa el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien señaló que compete a Feijóo la responsabilidad de asegurar que el domingo sea seguro ir a votar.
Sánchez le devuelve así a Feijóo la pelota de los meses más duros de la crisis, en los que el presidente de la Xunta proclamaba su obediencia al mando único, mientras le acusaba de no tener en cuenta a las autonomías. Con la velocidad supersónica con la que se producen los cambios de rumbo en la pandemia, el presidente gallego ha pasado de ser lo que más le gusta, el alumno aventajado de la España autonómica, al convertir a Galicia en la primera autonomía en salir del estado de alarma, a encontrarse en la zona de peligro, pues la comunidad gallega se convirtió el domingo en la segunda, tras Catalunya,
en tener que confinar a una parte de su territorio.
Feijóo esgrime los datos generales de la pandemia para proclamar que Galicia tiene una situación mejor que España “en cualquier parámetro”. Tras convocar unilateralmente las elecciones, contra el criterio de la oposición, rechaza suspender la votación en A Mariña como pide la nacionalista Ana Pontón y empieza a considerar el socialista Caballero.
Ayer los partidos recibieron una previsión de participación del 56%, más de dos puntos inferior a la de la víspera y frente al 64% del 2016. En el PP hay estrategas que señalan la zona de riesgo máximo por debajo del 50%. El de la plaga abstencionista se perfila como un criterio epidemiológico básico.
Pedro Sánchez se pasó las catorce semanas del estado de alarma en España encajando, domingo tras domingo, las durísimas críticas de algunos presidentes autonómicos –como el gallego Alberto Núñez Feijóo y el catalán Quim Torra– por su gestión de la pandemia y la imposición del mando único del Gobierno. Y cuando culminó la desescalada, en la Moncloa advirtieron que a algunos no les iba a llegar la camisa al cuello: “Lo fácil es criticar al Gobierno”, replicaron.
Sánchez dejó claro ayer, ante los graves rebrotes de coronavirus que se están registrando en A Mariña en Lugo o el Segrià en Lleida, que la respuesta corresponde ahora a esos mismos presidentes autonómicos que tanto le criticaron. “En España vivimos en un Estado descentralizado”, justificó, durante la rueda de prensa que protagonizó con el primer ministro portugués, António Costa, en los jardines del palacio de São Bento en Lisboa.
“La gobernanza de la política sanitaria está en manos de las comunidades autónomas”, recordó Sánchez. Así que tampoco quiso pronunciarse sobre la oportunidad de celebrar las elecciones gallegas el próximo domingo, o sobre si será seguro ir a votar. “Quien tiene que ofrecer esa información y dar la transparencia que demandan los gallegos en este caso es el presidente de la Xunta de Galicia”, zanjó.
Pese a que Sánchez tiene previsto protagonizar aún sendos mítines de cierre de campaña en Galicia y Euskadi, la cita con las urnas del 12-J no es lo que ahora le quita el sueño. Como él mismo reconoce, la “gran batalla” que debe librar este mes de julio es la del fondo de recuperación europeo. Dotado con 750.000 millones de euros, según la propuesta de la Comisión Europea que preside la alemana Ursula von der Leyen, a España le podrían corresponder hasta 140.000 millones. Eso sí que le quita el sueño a Sánchez, y a todos los presidentes de la UE, ante la durísima negociación que proseguirá en la cumbre del 17 y 18 julio en Bruselas.
“Julio es el mes para el acuerdo en Europa”, apremió Sánchez tras “compartir estrategias” con Costa. Ya el pasado martes aprovechó su viaje a la capital de Mauritania para conversar al respecto con el francés Emmanuel Macron, y mañana recibirá en la Moncloa al italiano Giuseppe Conte. Pero Sánchez intentará además vencer las resistencias que oponen los denominados países frugales, y antes de la cumbre europea viajará a Suecia y los Países Bajos para reunirse con sus primeros ministros, Stefan Löfven y Mark Rutte. El presidente español hizo ayer suyas las palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, en el sentido de que “la crisis que estamos atravesando es tan grave como la que se produjo después de la Segunda Guerra Mundial”. Y solo podrá superarse si se refuerza el club comunitario.
“La unidad salva vidas, empresas y empleos, y puede también reforzar el proyecto europeo en los
“Julio es el mes para el acuerdo en Europa”, urge el líder del PSOE ante la negociación del fondo europeo
próximos años. Por eso es fundamental que todos los dirigentes europeos seamos conscientes de que julio es el mes para el acuerdo”, insistió. Aunque no se llamó a engaño: “Sé que va a ser una negociación difícil”. E insistió en defender la urgencia y la dimensión del fondo, que en su gran mayoría sean transferencias y no créditos, que se puedan ejecutar durante cuatro años y que no haya más condicionalidad que la recuperación del crecimiento económico y la creación de empleo.
Hasta que llegue el momento de la batalla final, no obstante, Sánchez cruza los dedos ante la votación, este jueves, de la candidatura de Nadia Calviño para presidir el Eurogrupo. “Estamos razonablemente optimistas”, confió.