¿En qué película de Ava Gardner se empieza hablando en catalán?
Cinco pescadores regresan a tierra, con su barca. Recogen las redes y notan por el peso que han pescado algo gordo: -Què creus que hi tenim a n’aquí, una ballena?
-Una manada de ballenes! -Vine a ajudar-nos que hem pescat una ballena.
-Ah! Jovent, si jo tingués la vostra edat.
-Ja sabem que vas pescar una bota de vi i no pas peix, ha, ha!
-Ahir vaig beure tant que vaig tancar la dona a l’eixida, i ... me’n vaig emportar la truja, ...
La conversación se corta cuando se dan cuenta de que lo que está entre las redes es un cadáver. Así empieza la película Pandora y el holandés errante. Estas palabras, en un catalán tan pulcro como grosero, corresponden a unos pescadores de Tossa de Mar, contratados como extras para el film por su director Albert Lewin.
La película se rodó entre abril y mayo de 1950 en Tossa de Mar, con Ava Gardner y James Mason como actores principales, y el torero y poeta Mario Cabré como secundario. También hay escenas en la playa del Castell (Palamós), en Sant Feliu de Guíxols y en la plaza de toros de Girona, donde Cabré saltó al ruedo un 23 de abril para varais tomas (allí hubo otros dos extras, los artistas Paco Torres-monsó y Emilia Xargay, para hacer un storyboard).
El diálogo que abre la película no se dobló ni subtituló para remarcar el carácter primitivo de los pobladores de Puerto Esperanza, que así es como se llamaba a Tossa. Solo en una versión remasterizada del 2006 se incluyeron subtítulos. Es posible, por tanto, que el director se limitase a decirles que hablaran en su idioma y nunca llegó a conocer su contenido exacto, al menos de la última y sorprendente frase.
La película no tuvo un gran éxito comercial pero gozó de todos los ingredientes deseados por la prensa amarilla. Ava Gardner, 28 años, ya separada de dos maridos, el actor Mickey Rooney y el clarinetista Artie Shaw, era entonces la pareja de Frank Sinatra. Y en la película ejercía de femme fatale. Muy pronto se empezó a especular con un romance entre Ava Gardner y Mario Cabré, que este se encargó de propagar. Unos días después apareció Frank Sinatra con un collar de esmeraldas como regalo, pero la leyenda dice que discutieron e incluso que la actriz se llevó una bofetada en El Barco, el bar de la Gavina de S’agaró. La revista Fotogramas dejó escrito que “en el pueblo la presencia de Sinatra no resulta agradable”. En cambio, todo era admiración hacia Ava Gardner.
Mario Cabré publicó poco después un apasionado Dietario poético a Ava Gardner La actriz tardó en responder. Y cuando lo hizo en sus memorias no fue muy compasiva “Cometí un único error. Después de una de aquellas noches españolas románticas, llenas de estrellas, de baile y de copas, me desperté y me encontré al lado de Mario Cabré”.
El supuesto romance entre Ava Gardner y Mario Cabré tuvo más repercusión que el filme ‘Pandora y el holandés...’