El club contraataca
El Barça afirma que seguirá monitorizando las redes y exige rectificaciones
192 páginas más un anexo. Miles de mails analizados. Casi cinco meses de trabajo, encargado el 19 de febrero y entregado ayer 6 de julio, en los que Pricewaterhousecoopers ha podido incluso acceder online a la aplicación de facturación del club. El Barcelona se siente fuerte después del resultado del informe. Contraataca y no piensa cejar en su control de las redes sociales.
Es más, lo considera un deber. “Pues claro que el club continuará monitorizando las redes sociales. Es una de las obligaciones del club”, afirmó el portavoz Josep Vives. “Hay que proteger la marca y la imagen, que es una de las cosas más preciadas que tenemos”.
Una de las conclusiones de la auditoria asegura que el club “no tiene nada que ver con la creación de cuentas que fueran en contra del buen nombre de ninguna persona”. Tras el revuelo levantado cuando la Ser descubrió el caso, el Barça entiende que la lección de la auditoría es que “lo tenemos que hacer no bien, sino muy bien”, dijo Vives, antes de puntualizar que no se trata de difamar a nadie. “Y en ningún caso, contrataremos un servicio para hacer daño a nadie”.
Sobre las facturas troceadas con la empresa NS Group, matriz de I3 Ventures, uno de los puntos que la auditoria suspende al Barça, el director del área jurídica, Roman Gómez Ponti atribuyó la decisión a tratarse de “proyectos estratégicos y confidenciales”. “En absoluto se ocultó a los efectos de esconder nada a nadie. Quien lo hubiera hecho por eso hubiera sido el más tonto del mundo, porque el contrato era anual y se tenía que ir renovando”, recordó el jurista.
Por todo ello, el club reclama a los medios que acusaron y difamaron al Barcelona una rectificación de esas informaciones ya que ha quedado demostrado que no tenían ningún fundamento. “Aspiramos a restaurar el daño reputacional. Tenemos que proteger siempre este escudo. No nosotros, sino los 140.000 socios. Hay gente que nos ha acusado de manera equivocada. Ahora no se nos da la razón en todo, no se dice que todo sea perfecto, pero sí que no hubo difamación ni toxicidad”
Por una cláusula de confidencialidad, el Barcelona no puede hacer público el coste de la auditoría y su contenido tampoco estará al alcance de todos los socios, tal y como pedía el exvicepresidente
Emili Rousaud, uno de los seis directivos que dimitieron en abril por el caso. “El documento está sujeto a una investigación judicial y los Mossos ya tienen una copia”, descubrieron.
Sobre Rousaud, uno de los acuerdos de la junta directiva de ayer fue instar a los servicios jurídicos a seguir con los procedimientos contra los que hayan acusado al club. Como el del exvicepresidente institucional. Ahí el Barcelona elevó el tono. “No olvidemos de dónde venimos. Hubo gente que acusó a personas de esta casa de meter mano en la caja. Eso quiere decir robar y corrupción”, apuntó Gómez Ponti. “Y la auditoría es muy clara. Para decir que alguien ha metido mano en la caja hay que contar hasta diez. La gente tiene que ser responsable sus actos. Deben pedir disculpas”.
La junta estudiará en los próximos días y semanas los casos individuales del director del área de presidencia, Jaume Masferrer, señalado por ser quien encargó los trabajos de monitorización, y de la compliance officer del club, Noelia Romero. De momento ambos siguen apartados de sus funciones. “De hecho, Romero se encuentra de baja médica”, apuntaron. Pero Gómez Ponti puso muchas dudas sobre su trabajo. “El informe de la compliance officer contiene falsedades. También forma parte de la auditoria. Por ejemplo, dijo que me entrevistó a mí y no es verdad”.
En cambio, el Barça se congratula de que PWC haga constar en sus conclusiones que tuvo “acceso ilimitado”. “El resultado ha tardado meses porque ha sido un trabajo muy extenso y exhaustivo”, sacó pecho Vives. Por último, y aunque pueda parecer una contradicción, el Barça reclama a I3 Ventures que complete los trabajos encargados y que no se realizaron, valorados en 620.000 euros.
QUE PIDAN DISCULPAS
“Para decir que alguien ha metido mano en la caja hay que contar hasta diez”