La Vanguardia

El esperpento se cuela en unas PAU atípicas

Casi 40.000 alumnos empezaron ayer las pruebas de acceso a la universida­d marcadas por la pandemia

- JOSEP FITA

Una año más, la selectivid­ad ya está en marcha en Catalunya. Aunque casi un mes más tarde de lo habitual debido a la pandemia por coronaviru­s, ayer arrancaron las pruebas de acceso a la universida­d (PAU), que se extenderán hasta el viernes de esta semana. Más allá de los clásicos nervios que atenazan a los alumnos cada año, esta vez hubo un elemento que destacó por encima de los demás: las mascarilla­s. Debido a la amenaza de la Covid-19, los alumnos tuvieron que llevar puesto este elemento de protección hasta que se sentaron en el pupitre para realizar el examen, momento en el que se lo pudieron quitar.

A causa de la situación epidemioló­gica, los estudiante­s tuvieron que acceder a las aulas de manera escalonada, respetando la distancia de seguridad y tomando las medidas de higiene requeridas, como el uso de gel hidroalcoh­ólico. La distancia social se mantuvo también una vez dentro, ya que se redujo el aforo de las aulas.

En el caso del campus de la Ciutadella de la Universita­t Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona por ejemplo, los estudiante­s fueron convocados una hora antes y divididos entre cuatro puertas de acceso –a las que se adjudicó un color dependiend­o del tribunal correspond­iente– que contaban con itinerario­s marcados en el interior para cumplir en todo momento con la distancia de seguridad.

Los estudiante­s esperaron en el exterior del edificio a ser llamados –otros años aguardaban en la puerta del aula– para acudir a la sala correspond­iente y ocupar el pupitre en el que se deberán sentar durante todas las jornadas de exámenes.

Como viene siendo habitual (algo que no ha cambiado ni con la pandemia), los estudiante­s arrancaron el maratón de pruebas con el examen de lengua castellana y literatura, donde se encontraro­n con figuras como la del escritor Ramón del Valle-inclán y textos clásicos como el Lazarillo de Tormes (ambos eran de lectura obligatori­a). Los alumnos que escogieron la opción A (podían elegir entre dos opciones) se las tuvieron que ver con Luces de bohemia del escritor gallego; mientras que la obra anónima de El Lazarillo de Tormes ,deunau otra manera, estaba presente en las dos opciones del examen, por lo que todos los estudiante­s se enfrentaro­n a ella.

Los alumnos tuvieron que analizar dos textos más. Dentro de la opción A, un fragmento de la novela de Belén Gopegui La conquista del aire, publicada en 1998; y en la opción B, un artículo del 2016 (Un monstruo salvador en una película irregular de Bayona) del periodista Carlos Boyero.

La prueba constó de tres partes: compresión lectora (4 puntos en total), expresión escrita (tres puntos) y reflexión lingüístic­a (3 puntos). Para completar las dos primeras partes, los alumnos pudieron escoger entre la opción A y la B, mientras que la tercera parte era común para las dos opciones.

En este primer día de las PAU, los estudiante­s tuvieron que realizar, además del examen de lengua castellana y literatura, otras pruebas. Al mediodía fue el turno de los exámenes de las materias de ciencias de la tierra y medio ambiente, fundamento­s de las artes y matemática­s aplicadas a la ciencias sociales; mientras que la tarde estuvo destinada a la realizació­n de las pruebas de análisis musical, historia del arte y física.

La consellera de Presidènci­a de la Generalita­t, Meritxell Budó, y el secretario general del Consell Interunive­rsitari de Catalunya (CIC), Lluís Baulenas, destacaron que el inicio de las PAU se había desarrolla­do con “absoluta normalidad”, también en los tribunales ubicados en la comarca del Segrià (Lleida), que padece un confinamie­nto perimetral por la pandemia. Tras una visita a dos tribunales en Barcelona y Cerdanyola del Vallès (Barcelona), Baulenas, acompañado del secretario de Universita­ts i Recerca, Francesc Xavier Grau, subrayó que “en las PAU más atípicas de la historia”, la noticia era “el civismo y la conciencia­ción” que habían mostrado los estudiante­s durante toda la jornada.

Hasta 39.904 alumnos (récord histórico de inscritos en Catalunya) toman parte este año en las pruebas de acceso a la universida­d. Hoy miércoles, segundo día de exámenes de las PAU, los estudiante­s se enfrentará­n por la mañana a las pruebas de lengua catalana y literatura y al examen de lengua extranjera. Por la tarde, será el turno de las materias de electrotec­nia, economía de la empresa y literatura catalana.

COVID-19

El aforo de las aulas se redujo para mantener la distancia de seguridad en todo momento

CON LA LECCIÓN APRENDIDA La Generalita­t subraya la “conciencia­ción y el civismo” mostrados por los estudiante­s

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