Tradición, actualidad y sensibilidad
La octava edición del Bachcelona arranca en el Palau de la Música con Carles Marigó
Bachcelona comienza su 8.ª edición, en una apertura plena de contenido, con el pianista Carles Marigó, que conjugó la tradición de Bach con el romanticismo de los Mendelssohn y con la actualidad. La propina final firma Marigó fue una delicada construcción plena de sentido y de reverencia.
El festival, que dialoga con su memoria en diversos ámbitos, avanza en su cometido aunque con mascarilla. Una música que atraviesa los tiempos, desde sus instrumentos originales y suena en el piano con toda su profundidad de actualización, o pasa al jazz y a los sonidos de hoy. Trascendencia que afecta a la proyección de su música en el espacio de la sensibilidad, instalándola en un ámbito espiritual que lleva a la reflexión y al disfrute.
Bachcelona este año propone un concierto con Elionor Martínez, soprano que disfrutó de la Beca Bach-fundación Salvat del 2016, el jueves 16 junto a un grupo de músicos del Liceu en los jardines del recinto modernista de Sant Pau, y en un par de días se podrá ver en la Filmoteca de Catalunya un documental de la BBC protagonizado por Sir John Eliot Gardiner, referencia bachiana.
El programa del joven pianista Carles Marigó que abrió esta edición configuró un diálogo muy dinámico, en principio entre Bach y Félix Mendelssohn, bien conocido desde más de un siglo atrás en los comienzos del Palau. Además, el dinamismo del programa se manifestó en diálogos actualizados con Fantasiestück 3 del joven compositor Joan Magrané presentando en estreno absoluto, de factura evocadora aunque no goza de la sapiencia polifónica de otras piezas de este autor, a la que siguió una Improvisació del propio intérprete, bien formado en estas lides.
En la familia Mendelssohn la figura de J. S. Bach ya era venerada en tiempos en que al gran músico se le consideraba en general especulativo y demasiado contrapuntístico, aunque ahora vemos en su contrapunto un diálogo espiritual que trasciende lo meramente humano en puro arte. La afición por la música de Bach llegó a Félix por su tía abuela, clavecinista y discípula de W. F. Bach y conocedora de la música clásica ya de C.PH. E. Bach.
Así continuó entre Bach y Mendelssohn esta delicada velada, incluida la poco valorada Fanny .El ámbito del preludio y la fuga y la sensibilidad tonal ampararon la parte final del programa en versiones sensibles y personales de Carles Marigó, estupendo pianista, más afín al espíritu romántico.