Una enmienda de justicia
El caso Rosell sienta un precedente preocupante para los ciudadanos de este país: demuestra que nuestro sistema puede enviarte dos años a la cárcel y después declararte inocente; pero ¿quién te devuelve esa vida arrebatada injustamente? Por ahora, esos dos años los hemos perdido todos, porque ponen en evidencia que un sistema que presumíamos garantista puede devenir un juego discrecional para los custodios de nuestros derechos en el poder judicial. Ahora, para que podamos dormir tranquilos, es indispensable que se depuren las responsabilidades de quienes –obviamente– se equivocaron y se reforme el sistema para que no vuelva a suceder. Si escuchan a Sandro Rosell off the record, datos en mano, tal vez desconfiarán, además, de otras causas, sistemas y personas.