Autocrítica del Govern por la gestión de las residencias
Torra culpa a la Moncloa de la centralización y la infrafinanciación en dependencia
El Govern hizo ayer autocrítica, aunque con matices, de su gestión de las residencias durante la pandemia ante la censura unánime de la oposición en un pleno monográfico sobre la materia en el Parlament. En el Ejecutivo catalán admiten que no se hizo todo bien, pero también subrayan que el coronavirus afectó “igual, o incluso más” al resto de España y a otros países. Así lo argumentaron uno tras otro para sacudirse el dedo inquisidor de los demás grupos el president Quim Torra y los consellers con competencias sobre los geriátricos, el titular de Afers Socials, Chakir el Homrani, y la de Salut, Alba Vergés.
El jefe del Govern se escudó en el mapa. “El virus ha afectado a todos los sistemas de atención residencial de Europa y el mundo. Y también, incluso más que aquí, al resto del Estado”, señaló Torra. Explicación que no convenció a la oposición.
Otro ejemplo de esta autocrítica con notas a pie de página se expuso cuando el president se refirió a la distribución de equipos de protección individual. “Es verdad que fuimos tarde”, aceptó, para a continuación señalar al Estado: “Todos sabemos que la recentralización de la compra y distribución de materiales que perpetró el Gobierno fue una decisión nefasta que tuvo consecuencias”. En un mismo sentido, aunque con un tono menos áspero, se pronunció el conseller El Homrani, discutido por su gestión.
En su turno admitió que “ningún sistema público estaba preparado para una emergencia tan dura e imprevista, tampoco el catalán”, por lo que pidió “comprensión” por los momentos de “confusión” vividos.
“No utilicemos esta cuestión como arma de erosión política”, apuntó en esa línea Torra, algo que luego repetirían los consellers y los grupos que sustentan al Govern. Sin embargo, en su empeño para repartir responsabilidades, el jefe del Govern siguió apuntando hacia Madrid con un tercer dardo: la infrafinanción. “En general”, dijo Torra, pero también de forma concreta en el ámbito de la dependencia. “Años y años de vulneración reiterada de la ley de Dependencia sin asumir la responsabilidad económica a la que están obligados por ley tiene consecuencias”, atizó. El Homrani le puso cifras a este “flagrante incumplimiento”. “El Gobierno transfiere solo el 17% del 50% que le toca, estamos hablando de 400 millones anuales”, se quejó el conseller de
Afers Socials sobre una ley de Dependencia que absorbe, a fin de cuentas, una significativa parte del presupuesto de su departamento.
De puertas adentro, y más allá de asumir complicaciones por la complejidad de la crisis, el Ejecutivo catalán aplaudió su decisión de cambiar el timón de las residencias –de Afers Socials a Salut– a principios de abril. “Desde el principio la coordinación ha sido total”, suscribieron tanto El Homrani como Vergés.
El primero, que cedió las competencias, defendió que “en una crisis sanitaria se tenía que reestructurar la toma de decisiones para ser más ágiles, evitar el colapso y salvar vidas” por encima de la “cuestión de imagen política” de quien quiso ver una amonestación al conseller de ERC, a quien Torra había recriminado antes que no se estaba comunicando bien la respuesta gubernamental en las residencias. Ayer Torra elogió el esfuerzo personal de El Homrani y Vergés: “En esos días de oscuridad nos dejamos la piel”.
Los tres advirtieron de un posible rebrote en otoño. Para ello, el Govern ha elaborado un plan de contención con 96 millones de euros para proteger las residencias que incluye la contratación de más de 2.000 trabajadores y la reserva de 2.800 plazas en centros geriátricos para aislar futuros casos. “En primavera ningún gobierno estaba preparado, ahora sí que lo estamos para reaccionar mejor en otoño, con más herramientas y más conocimiento”, resumió El Homrani. Para más adelante quedará el debate sobre el modelo, admitido por el Govern y exigido por la oposición.
La sesión la había abierto el PSC, que registró junto con los comunes, el PP y la CUP la petición del monográfico. El diputado Raúl Moreno pidió “cambios substanciales tras lo sucedido” y hurgó en las diferencias de los dos socios del Ejecutivo: “¿Qué puede salir mal cuando dos socios se pelean en medio de una
“Ningún sistema público estaba preparado para una emergencia tan dura e imprevista”
Chakir el Homrani
Conseller de Afers Socials “Desde el principio la coordinación con Afers Socials ha sido total ”
Alba Vergés
Consellera de Salut “Han seguido gobernando para el ‘procés’”
Lorena Roldán
Portavoz de Ciudadanos “¿Qué puede salir mal cuando dos socios de Govern se pelean en medio de una pandemia?”
Raúl Moreno
Diputado del PSC “Que haya pasado lo mismo en Madrid no es una excusa”
Jéssica Albiach
Presidenta del GP de los comunes “El colapso no tiene origen en la Covid-19 ni en la gestión, sino en el modelo”
Vidal Aragonés
Diputado de la CUP “Las residencias han quedado aisladas del sistema sanitario”
Santi Rodríguez
Diputado del PP
pandemia?”. “Lo que ha sucedido en las residencias no puede volver a pasar”, sentenció. Un mantra compartido por todos en el atril.
Por parte de los comunes Jéssica Albiach subrayó que el pleno es “uno de los más importantes de esta legislatura y quizá de los últimos años” y aseguró que está en juego “fortalecer el sistema de bienestar o acabar de hundirlo”. “Civilización o barbarie con el individualismo más atroz”, pidió elegir la líder de Catalunya en Comú Podem, que también criticó “la lógica neoliberal que te trata como una carga o un gasto cuando ya no eres consumidor ni productivo”. Así, aseveró que “las residencias no pueden volver a ser aparcamientos para la gente mayor y lugares que enriquecen a algunos como a Florentino Pérez”. A ERC le reprochó que no apoyara unos presupuestos del Estado que aumentaban la inversión en dependencia.
La CUP, con Vidal Aragonés, que presidirá la comisión de investigación del Parlament sobre la gestión de las residencia –constituida ayer junto con la de reconstrucción–, reclamó que se instaure un modelo “de gestión y titularidad pública”. Además, puso sobre la mesa la situación de los trabajadores, que cobran menos de 1.000 euros con “cargas de trabajo insoportables”. De ello responsabilizó tanto a los empresarios del sector como al Govern y los legisladores.
Asimismo, rechazó que los fondos de inversión puedan gestionar estos centros. “El colapso no tiene origen en la Covid-19 ni en la gestión del Govern, sino en el modelo de estos últimos años”, afirmó el diputado anticapitalista. “Ningún gobierno catalán ha apostado por una red pública de gestión pública en los últimos 40 años”, lamentó.
El diputado del PP Santi Rodríguez discrepó con los anticapitalistas al considerar que la crisis no tiene que ver con la titularidad de las residencias –como el PSC– sino con el hecho de que se “configuraron las residencias como extensión de los domicilios y no como centros sanitarios”. “Han quedado aisladas del sistema sanitario”, diagnosticó.
Cs centró parte de su comparecencia en cargar contra el Govern por “haber seguido gobernando para el procés” y Lorena Roldán recriminó a la consellera Meritxell Budó una vez más sus palabras sobre la independencia y la pandemia y que no se pidiera ayuda a la UME de entrada, algo que a posteriori secundaron los socialistas catalanes.
LA TITULARIDAD DE LOS CENTROS Los comunes y la CUP reclaman que la gestión de las residencias no sea un negocio