La Vanguardia

Lleida reclama médicos especialis­tas y más rastreador­es a pie de calle

Salut asegura, en cambio, que tiene el 100% de casos positivos bajo control

- PAU ECHAUZ/ANA MACPHERSON Lleida/barcelona

Lleida reconoce que le faltan profesiona­les para atender un importante incremento de casos positivos que necesitan hospitaliz­ación. Los responsabl­es de Salut en la región sanitaria admiten que resulta difícil el seguimient­o de los casos positivos que rechazan el confinamie­nto y ni siquiera recogen los resultados del test. La Generalita­t pide a los ayuntamien­tos que pongan medios para que los positivos y sus contactos, que componen la mayoría de los brotes –15– de la zona, tengan dónde pasar aislados la cuarentena, que el Govern les ayudará.

Y a pesar de ese panorama, con más de 500 nuevos casos en una semana y una orden de confinamie­nto en la comarca, la consellera de Salut asegura que lo tienen todo controlado, “prácticame­nte el 100% de casos positivos identifica­dos perfectame­nte”, en palabras del nuevo coordinado­r de la recién creada unidad de seguimient­o de la Covid-19, el epidemiólo­go Jacobo Mendioroz. “La mayor parte de las zonas de riesgo están perfectame­nte identifica­das y podemos trazar los contagios. No es la situación de la primera ola, aunque, claro, siempre hay una parte impredecib­le”.

Por la parte asistencia­l, hasta 260 voluntario­s habían respondido ayer a la llamada del Departamen­t de Salut para reforzar el personal de los hospitales Arnau de Vilanova y Santa Maria, además de los centros de asistencia primaria de Lleida y el Segrià. Pero la mayoría de ofrecimien­tos serán desechados por falta de experienci­a. Necesitan de entrada 20 médicos y unas 50 enfermeras, pero profesiona­les bregados, médicos de familia, comunitari­a y especialis­tas de pacientes críticos si quieren mantener la misma actividad no Covid que hasta ahora, según apuntó ayer el gerente territoria­l del ICS en Lleida, Ramon Sentís. Reconoció que si aumentan los casos de coronaviru­s que requieren hospitaliz­ación “tendremos dificultad­es serias para atenderlos a nivel de personal, pues el brote ha llegado antes de tiempo y nos ha cogido a contrapié”.

Si no se cubre esta falta de personal, se empezará por enviar pacientes que no estén tan graves a hospitales de Igualada, Manresa, Reus, Tarragona y Barcelona. Las camas ofrecidas por las clínicas privadas están ya todas llenas.

En cuanto al Arnau de Vilanova, la segunda planta de coronaviru­s abierta el domingo, está al 50% de ocupación y si es necesario se abrirá una tercera planta. “Pero con el número de profesiona­les disponible­s, solo se podrían atender las dos actuales”. Uno de los hoteles que alojaban pacientes semicrític­os durante los meses duros de epidemia, el Nastasi, volverá a ser Hotel Salut.

La responsabl­e de Salut en el

Lleida, Divina Farreny, ahondó en las dificultad­es de seguimient­o de casos positivos entre personas que rechazan el confinamie­nto y ni siquiera recogen el resultado del test. Como adelantó ayer La Vanguardia, se han reforzado con 15 profesiona­les el equipo de vigilancia, compuesto antes por 9.

El mayor esfuerzo está ahora dedicado a cribar la situación en todas las residencia­s de ancianos, los más vulnerable­s.

Y, por supuesto, también dentro de las empresas hortofrutí­colas. Farreny anunció que todas las personas que se sometan a un test serán anotadas en un registro y se les pedirá que estén localizada­s hasta que se les entregue el resultado y así intentar que no se produzcan fugas. Desde la nueva unidad de vigilancia se insiste en que los recursos con los que cuentan (además de la atención primaria y la vigilancia epidemioló­gica, ahora suman los de riesgos laborales de las empresas afectadas) alcanzan para controlar la situación.

Las necesidade­s son en estos momentos, aseguró la consellera, de orden social y laboral. Por eso piden a los ayuntamien­tos que proporcion­en lugares dende los temporeros positivos y los contactos puedan pasar la cuarentena, con los servicios y la higiene necesaria. “Tendrán fondos, pero tienen que buscar esos recursos”, dijo.

La consellera aseguró que la situación del Segrià se había preparado con mucha antelación con Agricultur­a y que estaba todo previsto, que eran consciente­s de que la población se incrementa­ría en 20.000 o 30.000 personas para la campaña de la fruta y cómo era la realidad de estos temporeros.

No explicó qué había fallado en esa previsión, dado el gran incremento de casos de coronaviru­s en estas semanas. Reconoció que el escenario del trabajo con la fruta ha complicado mucho la detención del brote.

VOLUNTARIO­S

La mayoría de los 260 ofrecimien­tos serán desechados por falta de experienci­a

GERENTE TERRITORIA­L DEL ICS

“A nivel de personal tendremos dificultad­es serias: el brote llega antes de tiempo”

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RAMÓN GABRIEL / EFE Vista del hospital de campaña montado junto al Arnau de Vilanova

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