Un ‘brocanter’ que huye a Costa Rica (por amor)
Este es el último capítulo de la historia de Guillermo Izuel (luego vendrán otros capítulos, pero por ahora este es el último). A la postre el brocanter del mercado de antigüedades de Colón se hartó de Barcelona y de todos sus embrollos y decidió mudarse a Costa Rica. Aclaración: hay una mujer de por medio. El amor siempre lubrica estas decisiones drásticas. “Hablábamos mucho por Facebook –cuenta Guillermo, preparando su viaje, su gran viaje–, y en febrero viajé allí y nos conocimos de verdad. Volví el 11 de marzo seguro de que es la mujer de mi vida. Y entonces pasó lo que pasó...”. Quizás les suene el nombre del argentino Guillermo Izuel. Los últimos años fue el representante de los brocanters del mercado de antigüedades de Colom, y siempre estaba en líos con el Ayuntamiento a santo de la proliferación de manteros en torno a las paradas. “Al final me harté de todo. Yo le tengo mucho cariño a Barcelona. Llegué en el 2003, alquilé una habitación, al poco me hice con media parada, me compré un coche, después alquilé un piso, luego me compré una furgoneta... Pero aquí ya no veo ningún futuro aquí, al menos para mí. El mercado de Colón vive del turismo, y no sé cuándo volverán los turistas. Aquí en Barcelona ya no hay sitio para todos. Creo que muchos se quedarán fuera. Ahora me dedicaré a la alimentación, en Costa Rica ¡he visto que lo que siempre se vende es la comida!”. /