La potencia de fuego alemana
Las transferencias europeas son vitales para Italia y España porque, con su elevada deuda, no tienen capacidad para estimular la economía por su cuenta. No es el caso de Alemania, que ha destinado 500.000 millones de su propio presupuesto para apoyar a sus empresas más afectadas. Son ayudas públicas a las que ayer dio su aprobación la Comisión Europea, en su nueva política de dar vía libre a los estados en este terreno. En total, son 400.000 millones en forma de préstamos y 100.000 recapitalizando a las compañías.
Es lo que puede hacer un país al que el coronavirus le pilló con una deuda por debajo del 60% y por lo tanto, con mucho margen que está utilizando. Esta es una de las razones que permitirá que la recesión de su economía este año se quede en el 6,3% mientras que en el caso italiano y español se sitúe cerca del 11%, según las previsiones publicadas este martes por la Comisión Europea. Para Bruselas, el plan alemán ofrece una ayuda “necesaria, adecuada y proporcionada”. Tiene en cuenta los límites fijados, como que las garantías tendrán una duración máxima de 6 años y que la recapitalización solo se realizará si no hay otra alternativa posible.