Albert Jané, picapedrero del catalán
Dice Albert Jané que en la vida pasan cosas impensadas: “En el ámbito general, esta epidemia; y en el ámbito particular, este encuentro”. Era el primer acto presencial que celebraba el Institut d’estudis Catalans desde el confinamiento y la razón valía la pena. A punto de cumplir 90 años, Albert Jané recibía el reconocimiento por su tarea como lingüista, un trabajo ingente que arrancó en 1958 cuando empezó a impartir clases de catalán. “Soy un poco atrevido”, confesó.
Este atrevimiento es el que lo empujó a trabajar por la lengua catalana desde los 18 años con las clases, después en la revista Cavall Fort y sobre todo traduciendo cómics, libros y películas infantiles y juveniles al catalán, y promocionando el cómic catalán en el extranjero. Desde el 2000 es miembro de la Secció Filològica del IEC, y ha trabajado de lo lindo, y todavía trabaja, en las comisiones de lexicografía y de gramática.
A alguien que se inventó el verbo barrufar se le deben todos los honores. En el libro de homenaje, una miscelánea coordinada por Jordi Manent titulada acertadamente El barrufet gramàtic (Base), la presidenta de la Filològica, Maria Teresa Cabré, se refiere a él como “un picapedrero de la lengua”, una metáfora que recogió a la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, en sus palabras de clausura: “Como dice el adagio latino, a los atrevidos los ayuda la fortuna. Qué suerte tener a Albert Jané y ojalá tuviéramos a muchos Albert Jané”.
Cabré lo calificó de “gramático natural”, porque es “naturalmente sabio y erudito, tiene una gran capacidad y coherencia argumentativa, y sabe decir las cosas con palabras amables; a pesar de su ademán huraño, es de una ternura profunda”. Y recordó que su diccionario de sinónimos en línea “es un best seller de los recursos lingüísticos del IEC”.
Ester Franquesa, directora general de Política Lingüística, habló de su “optimismo táctico” ante el futuro del catalán, como declaró el homenajeado en una entrevista de 1990; y Joandomènec Ros, presidente del IEC, rememoró que para sus hijos Cavall Fort fue “la enciclopedia del catalán”.
Homenaje al lingüista, exdirector de ‘Cavall Fort’ y traductor de los pitufos como ‘barrufet gramàtic’