Buch: “Es dificultoso controlar el perímetro”
El conseller de Interior, Miquel Buch, admitió ayer que el confinamiento perimetral del Segrià provoca “algunas dificultades” en comparación con el confinamiento que se hizo en la Conca d’òdena, ya que, en aquel caso, “el territorio era más pequeño y los accesos muy menores”. En este sentido, el conseller dijo que el dispositivo del Segrià es “mucho mayor y potente”, y especificó que en este territorio “hay muchas entradas y salidas con muchos caminos y caminitos, cosa que hace que sea muy dificultoso hacer y controlar este confinamiento”.
Sobre el confinamiento del Segrià, Buch aseguró que, a diferencia del de la Conca d’òdena, este es “mucho más dificultoso”. Además, el conseller recuerda que en el confinamiento de la Conca solo se permitía la movilidad de los servicios básicos y, en cambio, en el Segrià “también se permite la movilidad laboral, de manera que hay personas que entran y salen permanentemente”. Con respecto a un posible alargamiento del confinamiento, el conseller de Interior afirmó que la decisión estaría, en cualquier caso, en manos del Departament de Salut. “Si nos dice que tenemos que alargar o acortar el confinamiento lo haremos”.
Buch respondía así a las declaraciones que durante la víspera había hecho la Síndica de Greuges de Lleida, Dora Padial, en el sentido de que había ciudadanos que habían salido del perímetro.
En relación con el brote en la comisaría de los Mossos en Lleida con al menos seis positivos por la Covid-19, Buch no ha querido confirmar ni desmentir nada, pero ha dejado claro que también se puede ver afectado “un cuerpo policial que trabaja permanentemente en el territorio y que, además, tiene núcleos familiares y cuyos agentes conviven con otras personas”.