Manifiesto en pro de la cultura como identidad europea
Björk, Coixet o Jarre apoyan la demanda dirigida a la UE
Una cuarentena larga de profesionales europeos vinculados al mundo de la cultura han firmado un manifiesto dirigido a la Unión Europea para reclamar ayudas al sector a escala europea, ya que consideran que en esta crisis gravísima la cultura se ha convertido en la cenicienta. Entre los firmantes, figuran la cineasta Isabel Coixet, la cantante islandesa Björk, el compositor francés Jean-michel Jarre, el productor Agustín Almodóvar, el fotógrafo Joan Fontcuberta, el director del Primavera Sound Alberto Guijarro, el compositor de cine Alberto Iglesias y el músico portugués Salvador Sobral.
Procedentes de 16 países y representando un amplio espectro de las disciplinas artísticas, reclaman que se ponga en marcha un plan con el apoyo presupuestario necesario para el desarrollo del sector cultural y de entretenimiento en Europa. La iniciativa ha sido promovida por la CEPI (European Audiovisual Production) y la Asociación Estatal de Cine.
El documento, titulado “Una llamada para salvar el futuro de la cultura y el entretenimiento”, arranca con un aviso: “La cultura europea está en medio de una crisis. La manera en que los responsables políticos y sociales respondan ahora va a determinar el escenario para la próxima década de vida cultural y creativa en nuestra Unión. Desde el principio de la pandemia de Covid-19, los teatros, cines, museos, salas de conciertos y similares han permanecido cerrados. Muchos de esos lugares no volverán a abrir”. Los firmantes subrayan que “las industrias culturales y creativas representan un tercio de los empleos en Europa”.
La paradoja es que la cultura ha sido la tabla de salvación durante el confinamiento, y así lo recuerda el manifiesto: “A pesar de tener un paisaje cultural tan disminuido, es en esa misma cultura en la que la sociedad se ha refugiado durante este periodo de gran adversidad social. Es la música que nos ha reunido en los balcones, y delante de películas o series de televisión que nos han entretenido. Son los documentales, los libros, las actuaciones y el arte quienes nos han aliviado en nuestra soledad y nos han ayudado a escaparnos intelectual y creativamente”.
Y reivindica la identidad europea indisoluble de la cultura: “La europea es una cultura unida en su diversidad, una cultura que atrae millones de personas de todas las partes del mundo. La expresión cultural con toda su diversidad está en el corazón de lo que significa ser europeo”.
Los firmantes se lamentan de que “a pesar de los claros mensajes de los dirigentes de la UE anunciando que nuestro sector sería firmemente apoyado, hoy vemos que las ofertas actuales para un plan de recuperación no nos tienen en cuenta, y que el presupuesto europeo extrañamente no considera las necesidades del sector cultural y creativo”.
Y concluye: “Esto es una oportunidad para la UE de demostrar ampliamente que puede honrar sus valores. Ha llegado la hora para Europa de ser ambiciosa e invertir en su futuro creativo. La cultura es una tierra fértil sobre la que la próxima generación se una y florezca. ¡Enseñemos a la próxima generación europea qué tipo de futuro le queremos ofrecer!”.
“Las industrias culturales y creativas representan un tercio de los empleos en Europa”, reza la carta