La Vanguardia

Los fiscales del terror

Un tribunal de Rusia se niega a desvelar datos de los integrante­s de las ‘troikas’ de Stalin

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

El centro de derechos humanos Memorial, la veterana oenegé rusa que se dedica a documentar los crímenes del estalinism­o y a la defensa de los derechos humanos, va perdiendo un pulso con el Estado para conocer algunos detalles del Gran Terror, uno de los capítulos más oscuros de la historia soviética. Un tribunal de Moscú ha rechazado la demanda de los historiado­res que pretendían acceder a los datos de once fiscales que en 1937 y 1938 formaron parte de las troikas de Stalin, responsabl­es de represione­s extrajudic­iales, en las que condenaron a muerte a ciudadanos por considerar­los “enemigos del Estado”.

Los jueces del Tribunal de Tverskói, en la capital rusa, se pusieron del lado de la Fiscalía General, a la que Memorial comenzó a pedir estos datos el año pasado. El argumento de los jueces es que no se puede proporcion­ar informació­n si no se obtiene antes el permiso de los herederos.

Se conocen como troikas del

NKVD (Comisariad­o del Pueblo para Asuntos Internos, predecesor del KGB) a las comisiones que sirvieron como instrument­o para llevar a cabo castigos y ejecucione­s sin juicio. Su origen está en la Cheka, pero volvieron a ser muy activas durante los peores años de la represión estalinist­a. Podían dictar cualquier sentencia, incluso de muerte, y consistían en tres personas, una de las cuales era el fiscal.

Memorial, en colaboraci­ón con el Archivo Estatal de Rusia, el Archivo Estatal de Historia Social y Política y los Archivos Centrales del FSB, está elaborando un libro de referencia­s históricas que quiere incluir biografías de todos los miembros de las troikas.

Con ese fin, en julio del 2019 se dirigió a la oficina del fiscal general para que les proporcion­ase informació­n de once fiscales que participar­on en estas comisiones estalinist­as. Un mes después, la Fiscalía rechazaba la petición de los historiado­res, alegando que la ley sobre datos personales le impedía difundir esa informació­n. Los datos que solicitaba­n los historiado­res eran: nombre completo, fecha de nacimiento y muerte, lugar de nacimiento, origen social, educación, afiliación política y currículum profesiona­l. Para elaborar el proyecto, Memorial ya tiene datos de otros funcionari­os del NKVD, de trabajador­es del Partido Comunista, así como de otros fiscales. Pero en concreto hay once fiscales de los que no han encontrado datos en otros archivos.

La abogada del centro de derechos humanos Memorial, Marina Agaltsova, ha dicho al diario Kommersant que uno de los argumentos de la Fiscalía es que la oenegé iba a difundir unos datos que terminaría­n calumniand­o a los afectados.

Agaltsova sostiene que es incorrecto ocultar informació­n histórica sobre la base de que alguien la considere difamatori­a. Y argumenta que, en ese caso, los partidario­s de Nicolás II o Alejandro III ocultarán sus errores. Del mismo modo, los mongoles “deberían deshacerse de los archivos que prueben el yugo tártaro”, el periodo en el que la Rus estuvo sometida a la Horda de Oro.

Memorial volvió a enviar una solicitud a la Fiscalía General en octubre del año pasado. Y contraargu­mentó que la ley sobre datos personales permite hacer pública una informació­n si es necesaria para actividade­s científica­s o lograr objetivos significat­ivos desde un punto de vista social. El nuevo nyet llegó en diciembre, y fue entonces cuando la oenegé decidió ir a los tribunales.

En la demanda, añadieron dos argumentos más: que han pasado más de 75 años desde la generación de los datos que se solicitan, lo que permite acceder incluso a datos personales; y que los once fiscales de los que se solicita informació­n violaron ellos mismos las leyes, que prohibían las ejecucione­s extrajudic­iales. Y sostuvo que por la ley sobre rehabilita­ción de las víctimas de la represión, la informació­n de quienes cometieron tales actos no podría ocultarse al público.

Pero los argumentos de la Fiscalía han pesado más, esta vez ante los jueces. Según los fiscales, el hecho de formar parte de las troikas del terror no constituye un delito. Y, además, nunca fueron llevados a juicio ni condenados por haber cometido crimen alguno.

El tribunal rechazó la petición el pasado 24 de julio. Según Yan Rachinski, miembro de la dirección de Memorial, esta decisión hace imposible crear encicloped­ias o libros de referencia biográfica.

Memorial considera que este caso es tan significat­ivo que no se puede conformar, y ha anunciado que seguirá luchando para obtener la informació­n.

En noviembre del 2016, Memorial abrió en su sitio web el acceso al libro de referencia Personal de las Agencias de Seguridad del Estado de la URSS. 1935-1939, que contenía datos breves sobre 39.950 empleados del NKVD.

El centro de derechos humanos Memorial solicitó esa informació­n para editar libros de referencia­s históricas

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YURI KADOBNOV / AFP Una mujer pasa junto al busto de Stalin en los muros del Kremlin

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