El CEO augura empate en escaños entre ERC y Jxcat
El rechazo a la secesión llega al 50% y se impone por 8 puntos
La pandemia habría debilitado el apoyo a la independencia, pero habría fortalecido al Gobierno soberanista que preside Quim Torra. Y no solo eso. El último barómetro del Centre d’estudis d’opinió, finalizado el 21 de julio, supone también una auténtica enmienda a la mayoría de las encuestas, que situaban a ERC claramente por delante de Jxcat. El CEO, en cambio, deja al partido de Carles Puigdemont a apenas un punto de la formación de Oriol Junqueras, lo que se traduciría en un empate en escaños: 33-34 para ERC; 32-33 para Jxcat.
Semejante cambio en los indicadores no siempre encuentra una explicación sencilla en el sondeo. Por ejemplo, el empate entre ERC y Jxcat choca con la ventaja de los republicanos en voto declarado, que siguen por encima de los nueve puntos. Es cierto que en marzo ese margen era de casi 12 puntos y entonces la distancia en estimación de voto se situó en 4,4 puntos. El instituto del Govern justifica sus estimaciones porque pondera los datos directos con el recuerdo de voto, que, igual que en marzo, refleja una clara sobrerrepresentación de los votantes de Esquerra en la muestra.
Así pues, pugna abierta por la primera plaza, mientras que, según el sondeo, el resto de grupos evolucionan en la línea de los últimos meses. El PSC quedaría tercero, ya que mejoraría en tres puntos y siete escaños su cosecha del 2017. En la cuarta plaza, y víctima de un derrumbe descomunal en apoyos, estaría Cs: cedería casi 11 puntos en cuota electoral y 17 de los 36 escaños que obtuvo en las últimas catalanas.
El desplome naranja lo cubren parcialmente el PSC y, sobre todo, Vox (que irrumpiría en el Parlament con un 4% de los votos), mientras que el PP mejoraría sus opciones en poco más de un punto. Finalmente, comunes y CUP registrarían una leve mejoría en sus apoyos (de menos de un punto), pero con una rentabilidad parlamentaria de entre dos y tres diputados más.
El sondeo incluye también un pronóstico para unas lejanas elecciones generales y cuyo mayor interés residiría en la cada vez más estrecha pugna entre Esquerra y los socialistas por la primera plaza. Aun así, la correlación de escaños apenas registraría variaciones con relación a los comicios del 10-N.
En cambio, la valoración del Govern experimenta una mejoría sorprendente, ya que mientras en marzo casi un 60% de los consultados lo suspendían, en julio esa tasa ha caído por debajo del 50%. Por ello, la nota pasa del 3,47 de hace cuatro meses, a un 4,07, ahora. La explicación podría residir en la gestión de la pandemia, un capítulo que suscita la aprobación del 62% de los consultados (aunque la Guardia Civil obtiene mejor nota que el Govern y este parece capitalizar el aplauso generalizado que concitan ámbitos de actuación como protección civil o la atención hospitalaria). Eso sí, la gestión de las residencias geriátricas –competencia de ERC– cosecha el suspenso del 64%.
En cualquier caso, la mejoría en la valoración del Govern soberanista coincide con un retroceso sensible del apoyo a la independencia, que cae casi tres puntos, al 42%, mientras el rechazo se sitúa por encima del 50% por primera vez desde el 2014. Uno de cada diez votantes soberanistas –y el 66% de los comunes– dice oponerse a la secesión.
Finalmente, la valoración de líderes mantiene a Junqueras como el mejor valorado y el único que aprueba, pero introduce un nuevo actor, que roza el aprobado y se sitúa como el segundo mejor puntuado: el socialista Salvador Illa.