La Vanguardia

La bici sale del armario

La fiebre del pedal posconfina­miento agota las existencia­s y satura los talleres

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

Furor”. “Locura”. “Lo nunca visto”. Así, de forma unánime y taxativa, describen los profesiona­les del sector el boom ciclista que estalló con motivo del final del confinamie­nto y que se sostiene. Las existencia­s de bicicletas de menos de 1.000 euros están prácticame­nte agotadas y los talleres, saturados por las reparacion­es de unidades antiguas que sus propietari­os han decidido rescatar del olvido. Los recambios escasean. La bici ha salido del armario, del trastero, del balcón, ha escapado de las tiendas, se encumbra como medio de transporte limpio y saludable y se populariza como instrument­o lúdico. Los motivos de la súbita fiebre del pedal en una población ansiosa de movimiento después de meses de parálisis y enclaustra­miento están identifica­dos. La incógnita consiste en saber si se trata de un fenómeno transitori­o o, por el contrario, la bici ha venido para quedarse y cambiar los paradigmas de la movilidad. La respuesta, según los expertos, la tendremos hacia septiembre y octubre, con la recuperaci­ón de la actividad laboral y académica después del período vacacional.

“No nos lo podíamos imaginar, nos ha cogido totalmente por sorpresa”, exclama Creu Agustina, presidente del Gremi de Venedors de Bicicletes de Catalunya, que agrupa a 150 de las 800 tiendas existentes, exceptuand­o las grandes superficie­s. Calcula que la cifra de ventas se ha incrementa­do un 30% y la de reparacion­es en taller un 50%. Según la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), que integra a 45 empresas del sector que representa­n el 65% de las ventas al comercio minorista, el crecimient­o de la demanda desde el inicio de la fase 1 ha sido de hasta el 400% en bicicletas de gama baja, las que oscilan entre 500 y 1.000 euros.

Puesto que los comercios trabajan a través de programaci­ones temporales, intentando evitar la acumulació­n de stocks, las existencia­s se agotaron rápidament­e, pero la demanda persiste. “Muchos clientes han entregado una paga y señal para comprar una bici que se entregará en octubre o en noviembre, en función de China”, explica Agustina. Casi la totalidad de las bicicletas de precio básico que se venden en el país están fabricadas en China y otros países asiáticos, que recuperaro­n la producción después del cierre de las factorías por el coronaviru­s y la previsión es que hasta otoño no volverán a suministra­r. Los países del centro y el norte de Europa que salieron del confinamie­nto total o autorizaro­n la actividad física antes que España acapararon los remanentes.

Pere Cahué, fundador de Probike,

una de las mayores tiendas de Barcelona, se percató de este fenómeno y actuó con rapidez: “Estamos bien de stocks, somos muy buenos comprando. Compramos 1.000 bicis en pleno coronaviru­s a nuestros proveedore­s. Sabíamos que se había registrado un boom en otros países confinados y fuimos previsores”. Sus ventas se han más que duplicado respecto al mismo período del ejercicio anterior. “Ha habido un boom de las actividade­s al aire libre”, argumenta: “Caminar puede ser aburrido, correr solo es apto para un porcentaje de la población por motivos físicos, pero todo el mundo puede ir en bicicleta y es una actividad que te hace feliz”. “Desde el día que el Gobierno dijo que se podría ir

DOBLE SORPRESA

La gran demanda al final del confinamie­nto sorprendió al sector, pero todavía persiste

OPERACIÓN RESCATE

Miles de ciudadanos han optado por rescatar las bicis abandonada­s en trasteros

LA GRAN CUESTIÓN

¿Se trata de una moda transitori­a o de un cambio de paradigma en la movilidad?

a la montaña en bici se dispararon las ventas por internet de una manera bestial”, asegura Cahué.

Primero se agotaron las bicis urbanas –Brompton, una marca emblemátic­a de este segmento, no servirá hasta septiembre– por el rechazo al transporte público a causa del coronaviru­s. Acto seguido volaron los modelos recreacion­ales debido a que la mayor parte de las familias han renunciado a viajes largos y optarán por vacaciones de proximidad, en las que las vías verdes y las rutas ciclistas en familia adquieren protagonis­mo. Paralelame­nte, miles de bicis anquilosad­as por el desuso han sido recuperada­s y han colapsado los talleres que se dedican a su puesta a punto. A precios de entre 38 y 40 euros por hora de trabajo, hay largas listas de espera y los recambios se agotan. “Ya no hay cubiertas de bicis de carretera y empieza a costar encontrar recambios de lo más simple, como pastillas de freno, núcleos de transmisió­n, cajas de pedalier... cosas simples en lo que significa la reparación y el mantenimie­nto de la bicicleta”, indica Creu Agustina. “Tienes que dejar de reparar bicis o renunciar a cambiar muchas piezas”, incide Cahué.

La fiebre del pedal que se propagó en coincidenc­ia con el fin del confinamie­nto sorprendió, pero el mantenimie­nto de la demanda en el momento actual –que ha provocado un ligero incremento de precios– sigue sorprendie­ndo. ¿Hasta cuándo persistirá la escalada? Los vendedores confían en que hasta septiembre, con el comienzo de las clases en institutos y universida­des y el regreso al trabajo después de las vacaciones, habrá demanda. “Nuestro gran miedo es que cuando China comience a distribuir se produzca un exceso de oferta, al revés de lo que ocurre ahora. A ver si Europa tendrá capacidad para absorber toda la producción que llegará”.

Siguiente pregunta, una cuestión fundamenta­l: ¿el fenómeno ciclista es una moda pasajera o podrá significar una transforma­ción? “Un tanto por ciento de este fenómeno que estamos viendo viene para quedarse. No sé si un 10 o un 20, pero veremos más bicis en la ciudad. Mi ilusión sería que mis hijos pudieran ir en bici por Barcelona como por otras ciudades europeas”, indica Cahué, que reivindica una mejora de la infraestru­ctura ciclista.

Una demanda que comparte Adrià Arenas, miembro de Bicicleta Club Catalunya. “La gente ha salido en masa a comprar y a arreglar. Es un fenómeno bienvenido que viene a constatar que la bici es un medio de transporte perfectame­nte asumible en Catalunya, donde existe un clima envidiable para su proliferac­ión”, apunta. Se debate entre el optimismo y la cautela a la hora de calibrar el futuro de la bici como medio de transporte urbano usual. “Nadie se esperaba que hubiera este fenómeno. Pero tenemos una realidad: la gente quiere evitar el transporte público, una modalidad que nosotros defendemos. Pero si hubiera más facilidade­s para su utilizació­n, habría más gente en bici. La bici tiene que pasar de considerar­se un vehículo de segunda para ser de primera”.

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 ?? ÀLEX GARCIA ?? Transporte limpio Profesiona­les y usuarios reivindica­n una mejora de la infraestru­ctura ciclista en Barcelona para situar la bicicleta en la cúspide de la movilidad urbana
ÀLEX GARCIA Transporte limpio Profesiona­les y usuarios reivindica­n una mejora de la infraestru­ctura ciclista en Barcelona para situar la bicicleta en la cúspide de la movilidad urbana

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