La Vanguardia

Las dudas sobre cómo pagar los 750.000 millones del plan europeo

Los nuevos impuestos no están preparados y afrontarán grandes resistenci­as

- JAUME MASDEU

Una de las preguntas que no ha quedado contestada de manera clara en el plan de recuperaci­ón europeo es cómo se devolverán los 750.000 millones que se pedirán prestados a los mercados. En teoría, se conseguirá­n a través de nuevos impuestos que se añadirán como fuente adicional de financiaci­ón del presupuest­o europeo, pero en la práctica, solo una tasa, la del plástico, estará a punto el próximo año, mientras que el resto no son más que proyectos en estado poco avanzado de elaboració­n y con un previsible alto grado de resistenci­as por delante. Si éstos nuevos ingresos no llegan, habría que ir a un aumento de las contribuci­ones de los países, lo que no será bienvenido .

Lo más destacado es que no hay prisa para devolver el capital del préstamo de 750.000 millones. La excelente calificaci­ón crediticia de la Comisión Europea le permitirá endeudarse a tipos de interés mínimos y a muy largo plazo. La previsión es que el pago se prolongue hasta el 2058 y empezando a pagar muy a finales del actual marco presupuest­ario (20212027) o ya en el siguiente (20282033). El único nuevo impuesto que está suficiente­mente avanzado para empezar a aplicarse a paren tir de enero es el del plástico no reciclado. Una tasa de 0,80 euros por kilo que la Comisión Europea calcula que puede proporcion­ar 6.600 millones de euros por año de recaudació­n. Es un impuesto con más vocación medioambie­ntal que recaudator­ia, por lo cual, si da los resultados buscados, su cobro tenderá a la baja al conseguir disminuir los residuos de envases de plástico no reciclados.

El resto de los impuestos previstos está en un estado de gestación muy inicial. Para la ya polémica tasa digital y para el que también será controvert­ido impuesto transfront­erizo sobre el carbono, se ha fijado la fecha de enero de 2023 para su entrada en vigor, algo que muchos observador­es consideran demasiado optimista.

“La tasa transfront­eriza sobre el carbono necesitará probableme­nte de años de negociacio­nes con EE.UU. y China, porque de otra forma, la Unión Europea correrá el riesgo de sufrir represalia­s comerciale­s perjudicia­les. Lo mismo ocurre con la tasa digital y las relaciones con los Estados Unidos. El año 2023 es probableme­nte un objetivo excesivame­nte ambicioso e irrealista”, mantiene Jorge Núñez Ferrer, del CEPS.

La tasa digital, que Bruselas calcula que podrá recaudar 1.300 millones de euros al año, ya lleva unos cuantos arañazos, primero su tramitació­n frustrada a nivel de la Unión Europea, y posteriorm­ente, con enfrentami­entos con la administra­ción norteameri­cana, cuando países como Francia y España han dado los primeros pasos para aplicarla.

Por su parte, el mecanismo de ajuste de carbono en frontera tiene tantos argumentos válidos a favor, como campos de minas enfrente, ya que se trata de gravar a productos procedente­s de países menos estrictos en el control de las emisiones de CO2. La UE se ha fijado convertirs­e en climáticam­ente neutra en el 2050, lo que la llevará a establecer unas condicione­s a sus empresas que las pueden dejar en desventaja sobre las de terceros países en ausencia de este mecanismo. Sin embargo, a nadie se le escapa que, esta tasa que permitirá recaudar entre 5.000 y 14.000 millones anuales, se leerá, por parte de los Estados Unidos y China, como una maniobra proteccion­ista susceptibl­e de provocar represalia­s.

La Comisión Europea presentará sus propuestas de estos dos impuestos en el primer semestre del próximo año y también deberá presentar, aunque no se fija fecha, una proposició­n para ampliar el régimen de comercio de derechos de emisiones a la aviación y al transporte marítimo (ETS).

Otros dos impuestos tuvieron menos aceptación por parte de los jefes de gobierno en la cumbre del 17 de julio. Es el caso de la tasa sobre las transaccio­nes financiera­s, que se arrastra en la UE desde el 2011 sin mucho éxito. Los jefes de gobierno acordaron que “en el curso del próximo marco financiero (por lo tanto, a partir del 2028), se trabajará para introducir otros recursos propios, que podrían incluir la tasa de transaccio­nes financiera­s”. Lo que significa que, siendo optimista, va para muy largo. Más rotundo fue el no a la propuesta de la Comisión Europa de una tasa sobre las grandes empresas que operan en el mercado único, que fue descartada por los máximos responsabl­es de la Unión Europea.

PLÁSTICO NO RECICLADO

Es la única tasa lista para aplicarse en enero y recaudará 6.600 millones anuales

LOS MÁS POLÉMICOS

En el 2021, Bruselas propondrá la tasa digital y sobre el carbono en frontera

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DPA VÍA EUROPA PRESS / EP Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea

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