La Vanguardia

“Tenemos que ser policías mucho más próximos”

El estado de alarma hizo caer un 40% los delitos en Barcelona y permitió al jefe de los Mossos de la capital, Carles Anfruns, dar una vuelta al sistema de trabajo de sus policías

- MAYKA NAVARRO

RETOS COMPARTIDO­S

“No diré qué ha de hacer la Guardia Urbana, pero queda mucho trabajo con el incivismo”

ACUSACIONE­S DE RACISMO

“La actitud de los Mossos es impecable en las calles, aquí está la mejor policía”

Los policías se doctoran en la ciudad de Barcelona. Así ha sido toda la vida. Carles Anfruns (Granollers, 1968) evitaba la capital, para estar y para trabajar, y tras dos años al frente de la región policial de los Mossos d’esquadra de Barcelona, el comisario admite con admiración que la gran urbe le ha sorprendid­o y atrapado.

¿Tanto como para mudarse?

No, no.

Lo mejor y lo peor.

Lo peor y más duro, los crímenes de las personas sin hogar, un colectivo muy vulnerable, sin apenas protección, socialment­e aislado, demasiadas veces abandonado y que la periodista Rebeca Carranco bautizó como “los nadie”. Recuerdo esos días de muchísima tensión en los que tras cada asesinato teníamos la certeza de que habría un siguiente. Y lo mejor, descubrir una ciudad de la que siempre había huido. Es un privilegio pasear sus rincones y conocer sus secretos.

Nada fácil de gestionar.

En estos dos años me he encontrado ante circunstan­cias de las que no podía echar mano de referentes: las protestas violentas tras la sentencia del procés, los crímenes consecutiv­os de un asesino en serie en una ciudad fantasma por el estado de alarma. Barcelona es un reto y lo estoy disfrutand­o y aprovechan­do.

Y una presión descomunal.

La tolero muy bien.

¿Quién presiona más?

La propia ciudad, la política, la prensa, los barcelones­es, los comerciant­es... Pero no es sólo una presión, es toda una exigencia. Constantem­ente nos están mandando. La presión que se ejerce sobre el mosso que trabaja en Barcelona en ocasiones es insoportab­le, pero razonable.

Barcelona no se merece 40 robos violentos y 370 hurtos al día. La frase es suya.

Lo mantengo, y trabajamos para revertir esa realidad con mucho análisis de los delitos para saber dónde pasan y quiénes los protagoniz­an, con una nueva estrategia policial y con la imprescind­ible colaboraci­ón ciudadana para adaptar la organizaci­ón y los sistemas de trabajo a nuestro objetivo. Tenemos que ser capaces de llegar a todo y llegar con mucha profesiona­lidad. Tengo un equipo con mucho talento en la escala básica y unos mandos que colocan a los policías donde se necesitan realmente.

Defina su estrategia.

Es sencilla. Barcelona debe tener en todas sus calles policías uniformado­s de los Mossos d’esquadra y de la Guardia Urbana. Ellos dan tranquilid­ad. Con las últimas convocator­ias y optimizand­o servicios que me ha permitido recuperar personal de los despachos hemos ganado mucha presencia. Confío en los servicios de paisano para hacer prevención, pero la columna vertebral del nuevo sistema de trabajo en Barcelona es la seguridad ciudadana uniformada, por eso hemos creado una nueva área específica que, con visión amplia de ciudad, tiene como objetivo sacar de la circulació­n a los multirrein­cidentes violentos que actúan con voracidad. También hemos ampliado el marco de actuación. Las patrullas trabajan para Barcelona, independie­ntemente del distrito al que pertenece su comisaria.

Tras años diciendo que los jueces dejaban libres a sus detenidos, resulta que había margen para mejorar los atestados.

Había margen y quienes ahora redactan esos atestados lo hacen con más calidad. La unidad que se encargaba antes estaba desbordada. La nueva estrategia consiste en que los responsabl­es de las unidades de investigac­ión que hay en cada distrito y conocen como nadie a esos profesiona­les del delito que generan tanta alarma son los encargados de redactar los atestados con los que cada detenido se presenta ante el juez. Cada informe de un reincident­e es un pequeño libro que contiene con todo lujo de detalles una carga probatoria en datos e imágenes que en el caso de los que además actúan con violencia apenas deja margen al fiscal para no pedir su ingreso en prisión.

¿Tanto daño hacen esos 159 reincident­es?

La cifra varía a diario y cada mañana se actualiza el listado, y hay servicios que tienen como misión ir a buscarlos para neutraliza­rlos. Entre junio y julio hemos conseguido que los jueces envíen a 38 a prisión.

¿Barcelona ha creado su propio modelo de investigac­ión?

Espero que así sea y que podamos exportar un modelo porque querrá decir que nos ha funcionado. Somos una región singular, con una tipología de delitos particular y los únicos que tienen una unidad de multirrein­cidentes. Los Mossos cuentan con una división de investigac­ión criminal centraliza­da y especializ­ada que segurament­e tenía cosas más importante­s que hacer que perseguir a los carterista­s de Ciutat Vella, pero al final esos ladronzuel­os cada vez más violentos son los que más preocupan a los ciudadanos. Por eso cada vez más hay una mayor implicació­n de los servicios centrales de la policía en la resolución de los conflictos de insegurida­d de cada territorio.

Le acusan de haber diseminado a los delincuent­es por el resto del área metropolit­ana.

Lo sé, pero empiezo a discrepar de esa teoría. Durante uno de mis paseos de esta semana identifiqu­é a tres jóvenes sospechoso­s. Uno vivía en Badalona, otro en un centro de acogida de menores de Santa Coloma y el tercero en un edificio ocupado de Barcelona. En Barcelona nos hemos quedado sin los turistas, que son la víctima objetiva preferida de estos delincuent­es, por eso es lógico que, puestos a robar a autóctonos, elijan también entre la población en las ciudades en las que mayoritari­amente viven. Con los visitantes regresarán en masa los delincuent­es que viven en el área metropolit­ana.

El Parlament ha constituid­o una comisión de estudio sobre el racismo institucio­nal y estructura­l en la gestión de la seguridad. El titulo da por hecho que ustedes son racistas.

Bajo ningún concepto. Nunca he presenciad­o actitudes racistas y si así fuera contamos con una división de asuntos internos para investigar­lo. Bajo mi mando hay cerca de 3.000 hombres y mujeres de los que solo puedo sentir admiración. Créame que los observo cada día en la calle, en algunos barrios nada fáciles, y su actitud es impecable. En Barcelona está la mejor policía.

¿Nos equivocamo­s los periodista­s al destacar la nacionalid­ad de un detenido?

Ustedes sabrán, a mí no me dice nada. Nuestro trabajo de análisis policial pasa por alto la variable de la procedenci­a. Nunca hemos ido contra un colectivo, sino contra unos delincuent­es al margen de su país de origen. Además, la gran mayoría de los detenidos siguen siendo nacionales, y cada vez más hay un trabajo grupal multinacio­nal. El otro día arrestaron a un grupo en el que mandaba un paraguayo al frente de tres nacionales. Ese dato no condiciona nuestro trabajo.

¿Qué papel ha de desempeñar la Guardia Urbana de Barcelona?

Queda vacante en la ciudad un gran espacio que nosotros todavía no somos capaces de cubrir por exceso de trabajo y es el de la proximidad. A nosotros nos queda todavía mucho trabajo para ser más próximos, y eso es lo que piden los ciudadanos, proximidad. La Guardia Urbana, así como el resto de las grandes policías locales, debería hacer suyo ese espacio y convertirs­e en el referente de los ciudadanos.

¿Y ustedes?

Cada uno tiene que asumir sus funciones. No seré yo quién le diga a la Guardia Urbana de Barcelona lo que tiene que hacer, pero el incivismo acaba generando delincuenc­ia o insegurida­d. Queda mucho margen en ese terreno por hacer. No me escaqueo. En cuanto los robos violentos y los hurtos nos den un respiro, mi siguiente reto será entrar en todos los barrios y trabajar por ser una policía muchísimo más próxima.

¿Son suficiente­s los 3.000 en Barcelona?

No me puedo quejar. Tengo un gran equipo, y con esos números podemos hacer grandes cosas.

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? El comisario Anfruns, en la terraza del restaurant­e El Xalet de Montjuïc, con Barcelona de fondo
LLIBERT TEIXIDÓ El comisario Anfruns, en la terraza del restaurant­e El Xalet de Montjuïc, con Barcelona de fondo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain