El precio, una batalla económica y mediática
El precio al que será accesible la vacuna está ya en el centro del debate político. Una vacuna eficaz aportaría un gran valor, por el ahorro de gasto sanitario y del coste social de los confinamientos y restricciones actuales. Por otra parte, la financiación que están aportando los gobiernos, en dinero pero también acelerando los trámites y asegurando los riesgos, lleva a la opinión pública y a organizaciones de pacientes a exigir que se distribuya a un precio asequible.“el 70% de la inversión que se está realizando para desarrollar la vacuna es privada, y es lógico que quiera obtener un retorno”, recuerda Silvia Ondategui-parra, socia global de life sciences de la consultora EY. Johnson & Johnson ya ha anunciado que ofrecerá su vacuna, si resulta viable, a precio de coste en Estados Unidos. El consorcio Pfizerbiontech ha establecido un acuerdo de suministro con el Gobierno de ese país por 33 euros de coste por persona, asumiendo que se necesitarán dos dosis para que la vacuna dé protección. Su presidente, Albert Bourla, defendió que “este no es nuestro modelo de negocio normal” ya que el precio fijado es “mucho menor” del que aplicaría sin tomar en consideración la pandemia. Como referencia, GSK vende Bexero, una de las vacunas más recientes que previene a meningitis B, a 94 euros por dosis, e inmunizar a un niño requiere habitualmente tres dosis. A juicio de Bourla, la vacuna contra la Covid-19 “se convertirá en recurrente, como la de la gripe”, y se mostró abierto a revisar entonces su precio. Moderna, por su parte, prevé fijar el precio de venta entre 45 y 50 euros por paciente (también en dos dosis), según fuentes de la industria citadas por el Financial Times. La firma no ha confirmado el precio, pero Stéphane Bancel, su presidente, aseguró que “somos muy conscientes de nuestra obligación durante la fase de pandemia de ser responsables de cómo valoramos la vacuna”.
El pulso, sin embargo, es fuerte, y la Unión Europea ha reconocido que ha frenado las conversaciones con Sanofi, Pfizer y Johnson & Johnson para cerrar acuerdos de suministro de la vacuna por diferencias sobre su precio, así como el método de pago y las garantías de indemnizaciones en caso de reclamaciones por efectos secundarios que le exigen.