Juan Carlos Vicente
Presidente del comité de Nissan
Los sindicatos han conseguido negociar y firmar un acuerdo muy difícil sobre el cierre de las plantas de Nissan que no solo recoge buenas condiciones económicas sino que despeja el camino para la reindustrialización.
La asamblea de trabajadores de Nissan ratificó ayer por amplia mayoría –apenas una decena de votos en contra– el acuerdo alcanzado ayer con la dirección de Nissan para cerrar las plantas barcelonesas en diciembre del 2021, sin ningún despido forzoso hasta entonces y con indemnizaciones que llegan hasta los 60 días por año trabajado sin tope de mensualidades.
El acuerdo despeja el camino para intentar captar uno o varios proyectos industriales que puedan dar continuidad a la factoría de la Zona Franca y permitan recolocar al personal de Nissan, al menos en parte. Los movimientos llevan semanas gestándose, aunque para
Fecavem y Pimec piden que no se olvide a los pequeños proveedores tras el acuerdo
poder entablar cualquier negociación en serio era imprescindible un acuerdo como el alcanzado, que da seguridad jurídica en la medida en que supone descartar la intervención de los tribunales en el conflicto.
Para agilizar las gestiones, la consultora especializada Improva y PWC han sellado una alianza con objeto de canalizar las conversaciones con los posibles inversores, siempre en coordinación con el Ministerio de Industria y con la Generalitat. Y también con Nissan, que se ha comprometido a colaborar en la solución y a la que se pide también una contribución económica para facilitar la llegada de inversores. Improva, dirigida por Fernando Gastón, cuenta con la colaboración de ex altos directivos de Nissan Motor Ibérica, entre ellos Rafael Boronat, que fue consejero director general de la empresa, Juan Fernández Laporta, ex responsable financiero, y Juan Domingo, exdirector de producción. En ella participa, además, David Ortega, profesor de EADA especializado en movilidad. “Nosotros tenemos una larga experiencia industrial, pero nos falta la proyección internacional que tiene PWC”, explicó Fernando Gastón.
La alianza entre Improva y PWC se ha gestado al amparo de la mesa de automoción y la movilidad impulsada por el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, para consolidar esta industria en Barcelona pese a la marcha de Nissan.
El acuerdo entre la dirección de Nissan y los sindicatos recibió ayer elogios de todas las instituciones públicas. “La clave ha sido mantenernos unidos durante tantos meses, no hemos podido evitar el cierre, pero hemos conseguido un compromiso de reindustrialización y unas buenas condiciones económicas”, dijo Miguel Ruiz, de Sigen-usoc.
El contrapunto son los proveedores, cuyo futuro sigue incierto, Ayer, tanto Pimec como la patronal catalana de la automoción Fecavem pidieron que tras el acuerdo no se olvide a las pequeñas y medianas empresas que dependen de Nissan. Asimismo, Fecavem espera que la transición a partir de diciembre del 2021, fecha en la que se cierran las plantas, “sea ejemplar” y que se encuentre un nuevo inversor.