La Champions más extraña... y más segura
Tras más de cuatro meses de parón provocado por el coronavirus, las competiciones europeas de fútbol vuelven a ponerse en marcha. Si el miércoles ya se jugaron partidos de la Europa League, hoy regresa la Champions con un apasionante encuentro de vuelta entre el Manchester City y el Real Madrid, y mañana será el turno del Barça, que recibe al Nápoles en el Camp Nou.
El regreso de la gran competición futbolística europea se produce después de que las principales ligas hayan finalizado sus torneos nacionales gracias a los exhaustivos protocolos y medidas de seguridad que las autoridades deportivas y sanitarias de cada país implantaron para que la vuelta a los terrenos de juego fuera lo más segura posible. En algunos países, como Francia y los Países Bajos, se optó por dar por acabada la competición en plena pandemia, pero las principales ligas decidieron finalizarlas aunque fuera en condiciones excepcionales, como así ha sucedido.
Sin público, con los equipos pasando tests antes y después de los partidos y viviendo en una burbuja cuando se desplazaban a campo contrario, en general las ligas nacionales en Alemania, Italia, Inglaterra y España se han podido acabar con mínimas incidencias y un muy escaso número de contagios en los equipos. Volver a jugar era básico para no seguir perdiendo dinero. Algunos clubs europeos estaban en peligro de desaparición. La máquina no podía pararse, y se ha conseguido que siguiera funcionando y enmarcarla en la denominada nueva normalidad.
En el caso de España, sin embargo, cuando la competición estaba a un paso de acabar sin contratiempos, ha surgido el lío del Fuenlabrada en la Segunda División y todas las derivadas ya conocidas del caso. Además de haber alterado los playoffs de ascenso y generar una polémica que afecta a varios equipos, los positivos del Fuenlabrada son un toque de atención para Javier Tebas, hombre siempre polémico y contundente, de que los protocolos deben cumplirse de una manera estricta, y ni aun así evitan totalmente la posibilidad de contagios. Sería bueno que Laliga, el CSD y los clubs los repasen y mejoren de cara a la próxima temporada.
Y en cuanto a la Champions, nada menos que 31 páginas tiene el documento que la UEFA ha redactado con las medidas de seguridad para garantizar la fase final en Lisboa. Una final a ocho que será la más atípica y extraña, pero también la más segura. Los protocolos que deberán seguir los equipos serán muy parecidos a los que ha aplicado la Liga española y a los que los televidentes, que no los aficionados en los estadios, se han ido acostumbrando. Es el precio que hay que seguir pagando para que la competición pueda finalizarse. Pero teniendo siempre presente, como nos recuerda el caso del Fuenlabrada, que la seguridad sanitaria total no existe y que todas las medidas contra la Covid-19 siguen siendo pocas.
El caso Fuenlabrada muestra los riesgos que corre el fútbol si no se cumplen estrictamente las normas