Trump elogia a Kanye West y Kim Kardashian
Kim Kardashian y Kanye West tienen mucho que discutir durante su escapada a una isla caribeña con sus cuatro hijos con el objetivo de salvar su matrimonio. No se sabe si uno de ellos es la política, que estos días tiene al rapero muy ocupado.
Pese a su momento errático, con sus tuits inconexos que le han causado una grave crisis doméstica, Kanye continúa su candidatura a la Casa Blanca y ha presentado en Ohio su opción como independiente para presidente de Estados Unidos. Para lograrlo, necesita 5.000 firmas válidas de votantes registrados en ese estado. West no puede ganar las elecciones. Ha incumplido demasiadas fechas para aparecer en las listas electorales en demasiados estados, y la situación del artista, que padece trastorno bipolar, parece más cercana a un lamentable colapso público que a una carrera presidencial.
Los analistas políticos creen que la aparición de West en la carrera presidencial es un truco republicano para dividir el voto de la población negra, poco proclive a votar por Donald Trump. Ahora, el presidente, que opta a la reelección, ha entrado en el lío. Un periodista le preguntó durante una conferencia de prensa el miércoles si estaba animando a varios agentes republicanos que supuestamente están ayudando al rapero, él dijo que no, pero se extendió en explicar lo mucho que le gusta West, del que no parecía saber nada sobre su lucha con la enfermedad mental. Dijo que el rapero siempre ha sido amable con él. Pero los mayores elogios fueron para Kim Kardashian: “Me gusta mucho, tiene muy buen corazón”. Eso lo convenció para que liberara a varios presos, incluida Alice Johnson, sentenciada a cadena perpetua.