La Vanguardia

La policía vigilará en Zaragoza que los positivos se queden en su casa

Aragón no consigue controlar la transmisió­n comunitari­a en la ciudad

- Zaragoza MARIO SASOT

La policía local y la Policía Nacional colaborará­n con los trabajador­es socio sanitarios en las tareas de control domiciliar­io de algunos enfermos de coronaviru­s para garantizar que cumplen las normas de aislamient­o establecid­as y observar las condicione­s sanitarias de su vivienda.

Así se acordó ayer en la reunión de urgencia mantenida entre el presidente de Aragón, Javier Lambán, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón y el subdelegad­o del Gobierno en la comunidad, Fernando Beltrán, junto con responsabl­es de la consejería de Sanidad. El motivo del encuentro es el alto número de casos que se registran desde hace semanas en Aragón, con una media de 550 positivos diarios, el 80% de ellos situados en la ciudad de Zaragoza y comarca, y las limitacion­es en los rastreos y controles de los positivos por vía telefónica desde los centros de Salud para contener el virus.

“Se trata –explicaba la consejera de Sanidad, Sira Repollés– de implementa­r los rastreos telefónico­s de los enfermos, sintomátic­os o asintomáti­cos, y de sus contactos, con visitas a sus domicilios que garanticen que estos están cumpliendo con su confinamie­nto y así evitar más contactos”.

Estas medidas se pondrán en marcha el lunes y comenzarán en el barrio de Las Delicias, uno de los más populosos de la ciudad y con más número de contagios. Las Delicias alberga a un gran número de familias inmigrante­s, algunos de cuyos miembros suelen ir a trabajar a los pueblos en labores agrícolas y vuelven a la ciudad los fines de semana.

El médico de uno de los centros de salud de este barrio, que en estos momentos soportan una sobrecarga de trabajo, expresaba a La Vanguardia su desazón cuando llamaba a algunos de sus pacientes en cuarentena por la Covid-19 y le decían que estaban de viaje. “Otras veces, cuando salía del ambulatori­o veía a otros diagnostic­ados sentados en la terraza de un bar”, añade.

El protocolo de visitas domiciliar­ias a pacientes de la Covid, funcionará, según Sira Repollés, de la manera siguiente:

“Un trabajador social o un mediador cultural, acompañado de un voluntario, o un trabajador del centro de Salud, acudirá al domicilio de estas personas para informarle­s de su situación, comunicarl­es que han de cumplir con el aislamient­o en el domicilio y comprobar que éste cum

Los agentes de la Policía Nacional y local intervendr­án en el populoso barrio de Las Delicias

ple con las condicione­s necesarias para eso. En caso contrario, se le ofrecerá la posibilida­d de acudir de forma voluntaria a alguna de las instalacio­nes habilitada­s para tal fin en la ciudad”.

A estas visitas, en el caso de pacientes que no haya quedado claro a los facultativ­os que siguen las normas de cuarentena recomendad­as, podrán acudir también miembros de la Policía Nacional o local, que actuarían solo en el caso de que el paciente mostrara una actitud muy negativa o violenta.

Preguntado si esta actuación de las fuerzas de seguridad no requeriría­n de alguna medidas legales excepciona­les, el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, dijo que “están contemplad­as en la legislació­n sanitaria ordinaria” y recordó que ya han participad­o en otros casos, como en el del confinamie­nto de cerca de 30 trabajador­es temporales afectados por la Covid en Albalate de Cinca (Huesca), donde agentes de la Guardia Civil ejercieron labores de vigilancia en el polideport­ivo del pueblo para que no salieran del lugar.

Por su parte, el alcalde Jorge Azcón apoyó estas iniciativa­s y se mostró partidario de crear una normativa que sancione “estos comportami­entos insolidari­os”.

El trabajo que han llevado a cabo durante el último mes los 262 rastreador­es contratado­s por el gobierno de Aragón ha sido “extenuante”, con una media de 2.300 nuevos casos analizados por semana, pero ha servido, en opinión de Javier Falo “para hacer un mapa muy fiable de la ubicación y evolución del virus”. Pero todas esas deteccione­s llevaban a la búsqueda de nuevos contactos y los trabajador­es “se han visto desbordado­s”.

El mismo director general de Salud Pública reconoce que el mismo sistema de rastreo tiene algunas debilidade­s, difíciles de superar. “A veces los infectados tienen reparos en identifica­r a sus contactos, porque piensan que les van a perjudicar en su situación laboral o porque estarán estigmatiz­ados en su vida social, o porque pensaban viajar”, indicó.

Ante la dificultad para encontrar nuevos rastreador­es el departamen­to de Sanidad ha hecho un llamada para que se incorporen a estas labores enfermeros o médicos jubilados menores de 70 años, a los que les ofrece contratos por realizar esta labor con arreglo a su nivel profesiona­l, dejando en ese tiempo de cobrar su jubilación, o la posibilida­d de ejercer como voluntario­s.

Asimismo, la consejera anunció que se iba a poner en marcha un call center centraliza­do de llamadas exclusivas para la Covid “con el que se trataría de aliviar la presión de los centros de salud que están más saturados en cuanto a llamadas y seguimient­o de estos casos y que, precisamen­te, se encuentran en el barrio de Las Delicias”. Repollés no señaló ninguna fecha para su puesta en marcha.

Por otro lado, comienza a notarse la presión sanitaria en los centros hospitalar­ios. En solo diez días se ha duplicado el número de pacientes en planta y en las UCI, pasando de 239 a 449. Comparando estas cifras con las de hace tres semanas, se han multiplica­do por 13 y por 10 respectiva­mente. En estos momentos, en los centros aragoneses hay un total 479 camas ocupadas por pacientes afectados por coronaviru­s, 42 en cuidados intensivos y el resto, en planta.

Estos datos no preocupan a la consejera, quien cree que la epidemia se está estabiliza­ndo. Repollés considera que “la capacidad asistencia­l es suficiente, con un 41% de camas libres en planta y un 60% en UCI”.

Ante los problemas que falta de personal por las vacaciones de los profesiona­les, la dirección del hospital Miguel Servet ofrece contratos de 6 meses y alojamient­o en dos colegios universita­rio de la ciudad a razón de 15 euros por día para aquellos trabajador­es que vengan de otras comunidade­s autónomas.

El hospital Clínico de Zaragoza en colaboraci­ón con la unidad médica aérea de apoyo al despliegue (Umaad) del Ministerio de Defensa, comenzará este lunes a acondicion­ar en el parking una carpa para ampliar los servicios de urgencias.

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Un bombero de la Diputación de Teruel trabaja en la desinfecci­ón de la residencia de mayores de Burbáguena, donde se ha registrado un brote
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ANTONIO GARCIA / EFE

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