La Vanguardia

Un City superior echa al Madrid de la Champions

El City rentabiliz­a los errores blancos y deja fuera de Europa al equipo de Zidane

- VARANE, CALAMITOSO

El Gobierno británico impone una cuarentena de catorce días a los viajeros que vienen de España, y el City ha impuesto una cuarentena al Real Madrid que lo deja fuera de Europa un par de meses, hasta la próxima temporada. No habrá gloria, viaje a Lisboa, ni decimocuar­ta orejona.

El Real Madrid llegó al Etihad en plan generoso, como una oenegé, regalando balones, o tal vez acostumbra­do a jugar contra las clases medias de la Liga y sin haber sido capaz de cambiar el chip. Le faltaban, como se dice ahora, rastreador­es. El City le presionaba en su mitad del campo, y los blancos (en este caso rosas) sufrían para sacar la pelota jugando desde atrás. En el minuto 9, Courtois jugó el balón peligrosam­ente, paralelo a la portería, hacia Varane, que lo perdió dentro del área ante Gabriel Jesus, para que Sterling rematara a placer.

Las cosas no podían pintar mejor para los locales, que tenían más chispa y más rapidez, y creaban más peligro, con un De Bruyne elegante y dominante, uno de los jugadores europeos con más clase y más en forma una vez superada su retahíla de lesiones. Al cuatro de hora, un remate del propio Sterling a pase del belga rozó el larguero, y el Madrid, que intentaba alargar el campo con pases largos y contraataq­ues, no daba para sustos.

A partir de ahí se equilibró sin embargo el encuentro, como si los de la capital de España se hubieran por fin despertado del letargo, y dado cuenta de que no estaban jugando contra el Osasuna o el Leganés sino contra el subcampeón inglés y uno de los principale­s aspirantes a la Champions, y de que el ritmo de la Liga no bastaba en este escenario. En el 21, Benzema, siempre dispuesto a encontrar un palmo de terreno en el área rival, conectó un pase de Hazard que Ederson despe

jó a córner. Un minuto después, un tiro raso del francés volvió a poner en un vilo el corazón de los ingleses.

El empate y el posible camino del Madrid hacia la resurrecci­ón llegó cinco minutos más tarde, en el 27, con una pared entre el siempre peligroso Benzema y Rodrygo, cuyo centro preciso fue rematado por el número nueve madridista a la red. A los visitantes les bastaba ya solo un gol más para forzar la prórroga. Partido nuevo, y muy equilibrad­o.

Otra pérdida de balón estuvo a punto de costar muy caro al Madrid antes del descanso, como si no hubiera aprendido la lección. Courtois, bajo presión, despejó mal la pelota, De Bruyne se la pasó a Foden, que en buena posición no supo consumar la oportunida­d. Empate a uno en el descanso, y un dilema para Pep Guardiola: ¿intentar conservar el resultado, o explotar la fragilidad defensiva de los españoles?

La respuesta fue lo segundo, con dos oportunida­des de Sterling en los primeros diez minutos de la continuaci­ón. Primero, un disparo al lateral de la red habilitado por De

Bruyne. Y la segunda, una parada con el cuerpo de Courtois después de otra pérdida de posesión cerca del área, esta vez de Casimiro, en la que los delanteros del City estuvieron demasiado premiosos. ¿Cuántas veces iban a perdonar? La posesión era por completo inglesa, matizada solo por un disparo alto de Benzema en el 54.

Faltaba media hora y parecía como si el Madrid esperase su momento, como un boxeador que está perdiendo a los puntos y busca el golpe del KO. Pudo llegar en el 63, tras un balón largo que controló Benzema al borde del área, pero su remate fue a las manos de Ederson. El partido se abrió entonces de nuevo, abundaban las ocasiones de peligro, y Jesus culminó una buena combinació­n del City con un disparo que Courtois desvió a córner.

Se puede ser generoso, pero hasta cierto punto, y otro fallo garrafal de Varane fue la puntilla. No supo lidiar con un balón largo aparenteme­nte inofensivo al primer intento, el esférico botó alto, intentó cederlo con la cabeza a Courtois, pero lo dejó tan corto que Jesus se adelantó al portero para el 2-1. Los madrileños bajaron entonces la guardia.

Regalos defensivos. Noche aciaga de Varane. Genial De Bruyne. Insuficien­te Benzema. Fuera de Europa. Stop. Así leería uno de aquellos telegramas de los años cincuenta, cuando el Real de Di Stéfano reinaba. Habrá cambio de monarca en la Champions, y el City puede ser el nuevo rey.

Pocas veces un equipo de la categoría del Madrid ha perdido tantos balones bajo presión cerca de su área

Benzema marcó el gol y creó todo el peligro de los visitantes, en un partido dominado por De Bruyne

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POOL / EFE Los jugadores del City celebran con Gabriel Jesus el segundo gol del equipo inglés

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