La Vanguardia

Iberia y Vueling adelgazan sus empresas para afrontar la crisis

Retirar aviones, menos capacidad y bases y reducir plantilla, entre los planes

- MAITE GUTIÉRREZ

Las compañías aéreas ultiman sus planes de reducción de plantillas, vuelos y estructura­s para afrontar los efectos de la crisis del coronaviru­s, que se calcula larga para el sector.

Iberia está pendiente del rescate estatal de Air Europa antes de decidir sobre la compra

Los vetos turísticos, los rebrotes de coronaviru­s y el persistent­e miedo a volar están lastrando la recuperaci­ón de las aerolíneas, sumidas en pérdidas millonaria­s y en procesos de cambio profundos. En España, Iberia y Vueling han empezado ya una revisión de arriba abajo de su estructura, con la compra de Air Europa aún por cerrar y pendiente del rescate que la familia Hidalgo negocia con el Gobierno a través de la SEPI.

Si la adquisició­n de la aerolínea de Globalia fructifica, como es la intención tanto de los grupos implicados como del Gobierno, Iberia y Vueling (IAG) liderarán en solitario el sector aéreo de capital español. Pero lo harán de una forma más modesta, reduciendo su tamaño, su flota y su plantilla. Un redimensio­namiento que tendrá que ser dinámico para adaptarse a la realidad híper cambiante de la Covid. Tanto ha marcado la crisis sanitaria a las aerolíneas que incluso han modificado sus análisis y parámetros de estudio del mercado. Así, realizan evaluacion­es constantes de la evolución de la eventual vacuna del coronaviru­s y la marcha de las reservas de hoteles y otros alojamient­os turísticos. La medición de la demanda a través de las búsquedas de vuelos en internet se ha quedado corta en época de la pandemia.

Iberia, que este mes solo vuela al 27% de su capacidad frente al 60% de Ryanair, está recortando su red de 144 aviones. Esta pasada semana ha culminado la retirada de una quincena de Airbus, los más antiguos y dedicados a la larga distancia, hoy en día prácticame­nte paralizada por las restriccio­nes de viajes interconti­nentales ante el aumento desatado de los contagios. La aerolínea que dirige Luís Gallego, que pasará al mando de IAG el mes que viene, también ha dejado en tierra, al menos de forma temporal, dos aviones de largo radio y otros 17 de

corta distancia. A lo que se suma el retraso de varias entregas de aparatos previstas ante de la pandemia.

Iberia reducirá asimismo su plantilla una vez finalicen el ERTE en el que están inmersos gran parte de los trabajador­es, si bien aún no ha despejado cómo se concretará el recorte, si en forma de despidos, bajas incentivad­as o reducción de sueldo. La compañía espera que el Gobierno alargue los expediente­s de regulación de empleo temporal hasta al menos diciembre, preferible­mente hasta marzo, cuando comenzará la nueva temporada alta en la aviación, fecha que podría coincidir con los avances en la posible vacuna contra la Covid.

Iberia vuelve así ha hacerse pequeña después de la reestructu­ración a la que se sometió bajo la dirección de Gallego. El directivo cogió las riendas de la principal aerolínea española en un momento de fuertes turbulenci­as internas, con pérdidas de 351 millones de euros en el 2012 y de 166 millones en el 2013. Al año siguiente, primer mandato de Gallego, la compañía volvió a entrar en beneficios, con una ganancia de 50 millones, hasta firmar su mejor año en el 2018, con 533 millones en positivo. La Covid ha dado un vuelco a sus perspectiv­as. Las pérdidas operativas de 867 millones de euros en el primer semestre de este año, la tímida remontada de los viajes en verano y la incertidum­bre de la temporada baja de invierno, con ferias y viajes de negocios todavía congelados, la obligan a cambiar de nuevo.

“Hasta ahora los ERTE han permitido un ajuste de los costes laborales parcial y temporal, pero en el momento que el programa finalice, consolidar la reducción de los costes laborales será inevitable, ya sea en forma de menos horas de trabajo, despidos o bajas voluntaria­s”, señala Pere Suau-sanchez, profesor de la UOC y Cranfield University especializ­ado en el sector aéreo.

Este contexto altamente adverso no ha hecho que Iberia replantee la oportunida­d de comprar Air Europa. Eso sí, por mucho menos dinero y una vez sanee su posición a través del posible rescate de la SEPI. Tanto IAG como el Gobierno consideran la operación como estratégic­a para reforzar el centro de operacione­s del aeropuerto de Barajas y consolidar su posición en las rutas con América. Pero dadas las circunstan­cias, el beneficio de la operación se verá, si llega, a medio plazo. Un riesgo que Iberia parece estar dispuesta a correr si consigue sellar un buen pacto con Globalia.

Vueling, con sede en Barcelona, prevé una disminució­n del 22% de su capacidad (asientos por kilómetro) para el 2021. Se trata de lo que tenían previsto crecer ese año, aumento que ahora queda paralizado por la crisis sanitaria y económica. En total, la compañía que dirige Javier Sánchez-prieto considera una reducción de 12% de capacidad en el mercado doméstico y de un 26% en el europeo, según la informació­n facilitada por IAG tras la presentaci­ón de resultados semestrale­s.

La aerolínea ha puesto en reserva 48 aviones, de una flota total de 120 aparatos, que espera volver a operar a partir del próximo año. Una vez finalicen su ERTE también pasará a reajustar la plantilla, además de revisar la eficiencia de sus bases, y, si llega a ser necesario, cerrar alguna, si bien aún no hay una decisión firme sobre ello.

“Vueling, a parte de reducir su tamaño, está trabajando para llegar a una gestión más eficiente de su red. Así, observando los horarios publicados en OAG (Official Airline Guide) se comprueba que en de su red han desapareci­do algunas de sus bases de menor tamaño”, apunta Suau-sanchez, lo que ayudará a “disminuir el número de personal disperso, reducir el coste operativo en caso de situacione­s imprevista­s y conseguir mejores economías de escala las bases más grandes”.

El holding IAG se ha desprendid­o en esta crisis de Level Europe, que formaba parte de la estructura empresaria­l de Vueling y se declaró en bancarrota en junio. Mantendrá sin embargo Level –dependient­e de Iberia– en su base de El Prat, después de haber cerrado las bases de Amsterdam y Viena y estudiar la clausura de la de París. En total, el finiquito de estas bases supondrán hasta 430 despidos.

Las aerolíneas españolas que controlará­n los vuelos serán, pues, mucho más pequeñas y modestas.

Level mantiene su operativa en El Prat pero hará despidos en otras bases

La compañía reducirá su capacidad un 22% para el año que viene

La principal aerolínea española ha acelerado la jubilación de aviones

Los recortes de plantilla llegarán una vez acaben los ERE temporales

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RODRIGO JIMÉNEZ / EFE
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Iberia tiene aparcados gran parte de su flota de aviones
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FUENTE: IAG y Eurocontro­l LA VANGUARDIA
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RODRIGO JIMÉNEZ / EFE

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