Torroella de Montgrí ve más cerca la variante de la C-31
La Generalitat ha sacado a información pública un estudio que proyecta la construcción de un nuevo puente sobre el río Ter en el Baix Empordà. El objetivo del nuevo vial es actuar como una variante en Torroella de Montgrí mediante una conexión que desvía el tráfico fuera de su núcleo urbano, dando respuesta a una vieja reivindicación vecinal, que a su vez también cuenta con detractores por el impacto ambiental que supone.
La nueva carretera que conectará la C-31 y la GI-643 en los términos municipales de Ullà y Serra de Daró pretende liberar a Torroella de la intensa circulación de paso que atraviesa el municipio, especialmente en verano, cuando acostumbra a sufrir atascos. El vial proyectado consta de un trazado de dos kilómetros, de los cuales cerca de la mitad será un viaducto que cruzará el río Ter. Además del espacio para coches, con separación entre ambos sentidos, el puente contará con un trazado paralelo de tres metros de ancho para peatones y ciclistas y un mirador sobre el río Ter, con unos bancos y una pérgola.
En esa apuesta por convertir el puente en una infraestructura útil pero también en un lugar con vistas, se habilitarán aparcamientos a cada lado del puente, de manera que la gente pueda aparcar el coche y vaya a pie hasta el mirador. La inversión prevista en el estudio informativo es de 28 millones de euros.
El proyecto fue publicado ayer en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) y contempla también una segunda alternativa de trazado, que conecta la C-31 y la GI-643 en otro punto diferente del mapa, que en ese caso provocaría una mayor afectación sobre el paisaje natural.