El coronavirus se ceba con los barrios de rentas bajas
Nou Barris ha sufrido más del doble de casos de Covid-19 que Sarrià-sant Gervasi durante la primera ola de la pandemia
La incidencia del coronavirus, como tantas otras cosas, ha ido por barrios en Barcelona. Durante el pico de la pandemia se registró una incidencia de casos 2,5 veces más alta en Nou Barris que en Sarrià-sant Gervasi, según un estudio liderado por investigadores del hospital del Mar y el instituto IDIAPJGOL.
La diferencia, como tantas otras cosas, no es una cuestión geográfica, sino de clase. Los resultados del trabajo destacan la relación directa entre una renta más baja y un número más alto de casos de Covid-19, una tendencia que ya apuntó en un primer momento la Agència de Salut Pública de Barcelona. “La enfermedad la sufre más la gente de menor nivel socioeconómico”, destaca la doctora Maria Grau, investigadora principal del estudio publicado en Journal of Public Health, para explicar la diferencia de casos registrados entre distritos con rentas muy distintas.
Mientras Sarrià-sant Gervasi y Les Corts estuvieron entre los menos afectados, con tasas de 28 y 32 casos por 10.000 habitantes respectivamente, en Nou Barris se daba una tasa de 70, dos veces y media más. Le sigue de cerca Horta-guinardó con 64 casos por cada 10.000 habitantes registrados entre el 26 de febrero y el 19 de abril, el periodo más duro de la pandemia. Ciutat Vella es la excepción a la regla, atribuible en el estudio a la fuerte presencia de turismo y de población joven, un argumento que también se utiliza para el distrito de Sant Andreu, donde los números de incidencia menores a los que le correspondería por renta media se pueden deber a que uno de cada cuatro vecinos es menor de 25 años.
Una de las claves en esta correlación entre ingresos y posibilidades de contagiarse de Covid-19 es la cuestión laboral. Los vecinos de los barrios más afectados tienen mayoritariamente ocupaciones que no permiten el teletrabajo, lo que les ha obligado a realizar desplazamientos en transporte público incluso cuando la consigna era quedarse en casa todo lo posible. Ese aspecto multiplica las posibilidades de contagio.
También hay un vínculo claro entre la vivienda y la incidencia de la enfermedad. En pisos pequeños de grandes bloques de pisos, a veces sobreocupados, aumenta el riesgo de contagio en el caso de que una de las personas del domicilio tenga el coronavirus. “Sin la posibilidad de aislarse, se ponen en riesgo las personas que conviven y que muchas veces son de diferentes generaciones”, advierte la doctora Grau. Por su parte, el estudio apunta a la disponibilidad de segundas residencias fuera de Barcelona como factor que tener en cuenta para analizar la incidencia en los distritos con rentas más altas, donde ya disfrutan de viviendas más grandes de por sí.
Un tercer factor que añade el informe del hospital del Mar son las patologías previas, que también son más habituales en los barrios con rentas más bajas. “Los resultados demuestran que los esfuerzos para contener la epidemia no pueden ignorar los problemas de equidad en materia de salud”, concluye Grau, que insta a hacer más esfuerzos a nivel sanitario y social en los barrios con una población más vulnerable. “Si no se rompe el círculo vicioso entre pobreza y enfermedad, los problemas de inequidad permanecerán o se verán incrementados en las áreas afectadas por la pandemia”, concluye Grau.
En la misma línea se expresa el doctor Juan Pablo Horcajada, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del hospital del Mar: “Los resultados van en la misma línea que otros estudios que relacionan una mayor mortalidad en pacientes Covid de áreas menos favorecidas, esta información puede ser muy útil para planificar las acciones preventivas y educacionales de una manera más eficiente, teniendo en cuenta la realidad socioeconómica”.
La precariedad laboral y las condiciones de la vivienda influyen en la incidencia del virus sobre el territorio