La cautela de los inversores hunde un 33% las ventas de pisos en junio
La pandemia acelera el giro en el mercado que comenzó el año pasado
El levantamiento del estado de alarma en junio no ha supuesto la normalización del mercado inmobiliario. Los datos publicados por el INE la semana pasada se vieron confirmados ayer por el Colegio de Registradores, que mostró una caída de las compraventas registradas del 33,4%, con un descenso muy inferior, de solo el 11,2%, de las hipotecas. Fuentes inmobiliarias explicaron que el menor retroceso de las hipotecas muestra que los particulares recuperaron en mayor medida su actividad que los inversores, puesto que estos últimos son los que en mayor medida compran sin necesidad de hipoteca.
Según los datos de los registradores de la propiedad, en junio se registraron 26.240 compraventas de viviendas (10.000 menos que en junio del 2019) y 25.574 hipotecas sobre este tipo de inmuebles, apenas 1.200 menos, en el primer mes en que las inmobiliarias pudieron reabrir y fue posible físicamente ir al notario para transacciones no urgentes. Para el Colegio de Registradores “las hipotecas constituidas mediante su inscripción registral han seguido mostrando mayor resistencia a la abrupta crisis motivada por la pandemia que las transacciones de viviendas. En el mes de junio, se observa que la curva se invierte y la tasa de variación experimenta todavía una caída, aunque mucho más moderada que en meses anteriores”.
La pandemia ha acelerado las reticencias de los inversores hacia el sector inmobiliario, que empezaron a ser evidentes en el segundo semestre del año pasado. Desde entonces, el ritmo de aumento de las hipotecas superó el alza de las transacciones, que solo crecieron en febrero (un 2,7%) mientras que incluso bajaron en enero, un 2,7%. Este patrón es el opuesto al que se vio en el 2013, cuando la concesión de hipotecas siguió cayendo un 27,8% mientras el mercado empezaba a recuperarse y las transacciones cerraron el ejercicio con un descenso de solo el 2,2%, y ya con un alza del 2,2% el año siguiente.
La diferente evolución de transacciones e hipotecas es especialmente notable en los mercados más grandes del país, en los que tradicionalmente se concentran los inversores: Madrid, Barcelona, las islas y las zonas de costa. Así, las mayores caídas en compraventas se han dado en Valencia (43,2%), Canarias (42,1%), Galicia (38,5%), Baleares (37,9%) , Aragón (36,6%), Andalucía (36,3%), Madrid (36,2%) o Catalunya (30,9%). En cambio las hipotecas sobre viviendas cayeron mucho menos en algunos de estos grandes mercados e incluso subieron respecto a hace un año en País Vasco (67,7%), Asturias (18,5%), Cantabria (14,4%), Extremadura (8,9%), y Madrid (6,3%).
Según el portal Pisos.com no solo los inversores se han retraído, sino también muchos particulares, que “están retrasando su decisión de compra ante una situación laboral que podría complicarse” por efecto de la pandemia, o también por el endurecimiento de los requisitos de los bancos para conceder créditos.
Según Ferran Font, director de estudios del portal, esto aumenta el número de familias que buscan un alquiler y es un factor que está sosteniendo las rentas a pesar de que “las mensualidades que presentan algunas capitales son especialmente difíciles de sobrellevar para las economías familiares más afectadas por la crisis sanitaria”, un factor que debería llevar a ajustes de rentas. Según los datos del portal, las regiones más caras para vivir de alquiler en julio del 2020 fueron Madrid (con una renta media de 1.720 euros/mes), Baleares (1.430 euros/ mes) y Catalunya (1.263 euros/ mes). Según el portal, el alquiler medio en España bajó un 1,52% en julio respecto a junio, aunque las rentas son aún un 2,74% superiores a las del año pasado.
Muchos particulares también abandonan sus planes de compra por miedo a tener problemas laborales