Torra ordena que el Govern acuse en el caso del 3%
El Govern será acusación particular para acceder al material incorporado del caso
El president insta a sus servicios jurídicos a personarse y comprobar si hubo perjuicio para la Generalitat.
Finalmente la Generalitat se personará como acusación particular en la causa del 3% en el que están involucrados diferentes cargos de la extinta Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y que salpica el PDECAT. Quim Torra así lo ordenó al jefe del gabinete jurídico de la institución, Francesc Esteve, ayer mediante una carta en la que expone su voluntad de aclarar si el presunto caso de corrupción ha causado algún “perjuicio a la Generalitat de Catalunya”.
Así pues, el jefe del Govern asume el mensaje que el vicepresidente Pere Aragonès lanzó hace dos domingos, en una visita a Sant Cugat del Vallès, un feudo que había estado históricamente en manos de Convergència y que ahora dirige ERC. El Ayuntamiento ya se había personado en la causa.
En aquella visita, Aragonès daba por hecho el delito y aseguró que “hasta el último euro” tendría que volver a las arcas públicas. Ayer se reafirmaba: “Perseguiremos la corrupción y recuperaremos hasta el último euro público corrupto”. El también conseller de Economia hizo la propuesta en firme al último Consell Executiu antes de las vacaciones, el 4 de agosto, y rápidamente Torra la hizo llegar a los servicios jurídicos para estudiar las posibilidades.
El Ejecutivo catalán emitió ayer un comunicado en que da cuenta de que si después del análisis de las diligencias se desprende algún perjuicio para la Generalitat, se formulará un escrito de acusación contra los extesoreros de CDC.
“Este primer paso de comparecer es del todo necesario para que los servicios jurídicos de la Generalitat puedan hacer un análisis del material incorporado a la causa y evaluar si puede haber perjuicio patrimonial a la Generalitat”, se afirma en el comunicado.
Desde que Aragonès propuso actuar hasta que Torra ha hecho suya la propuesta han pasado diez días en los cuales las riñas entre Jxcat y ERC afloraron por enésima vez, ahora por el 3%. Justo al día siguiente Meritxell Budó, consellera de Presidència y en las filas de Junts, y Àngels Chacón, consellera de Empresa y en el PDECAT, quisieron parar los pies al vicepresidente, aduciendo que primero había que estudiarlo porque entre los delitos que se imputan no está el de malversación de caudales públicos.
Aquello fue la chispa. La disputa entre Jxcat y ERC estalló días después, el pasado viernes, en el pleno del Parlament sobre la monarquía. Aunque Torra, interpelado por el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, aseveró sin titubeos ni condiciones
El presidente asume así la propuesta que Aragonès hizo formalmente hace una semana en el Govern
que la Generalitat se personaría en la causa del 3%, hubo cierta confusión con las votaciones de las resoluciones sobre la monarquía, en que el PSC y Ciudadanos colaron propuestas para que el Parlament instara al Govern a personarse en el caso de presunta corrupción de CDC.
Jxcat votó a favor de la resolución del PSC, y se opuso a la de Ciudadanos. ERC cargó contra los posconvergentes porque veían evidencias de falta de compromiso. En todo caso, desde las filas de Junts per Catalunya ya hacían notar que no habían votado a favor de la de Cs porque la formación naranja había amenazado el pleno con querellas. Fue un no con marcado deje político.