“Me honra ser la elegida”
Kamala Harris forma parte de ese país que tan poco gusta a Donald Trump. Es hija de un inmigrante de Jamaica y de una mujer que llegó de India. Los dos trabajaron en universidades del entorno de San Francisco. A ella le correspondió el ataque más en profundidad contra Joe Biden al inicio de estas primarias, y se enfrentaron en los debates. Harris le acusó de haber apoyado a un senador segregacionista en la legislación sobre transporte escolar. Estos ataques fueron recuperados de inmediato este martes por la campaña de Trump. “Hace poco que Kamala Harris llamó racista y le pidió una disculpa que nunca recibió”, señaló la portavoz Katrina Pierson. La disculpa, sin embargo, ha sido sonora. Biden le ha otorgado la máxima confianza. “Me honra ser la elegida”, señaló Harris. “Biden puede unificar el país porque se ha pasado la vida luchando por nosotros”. A Harris, senadora desde el 2017, se la define como una pragmática moderada que pasó casi toda su carrera como fiscal, lo que le ha dado muchas tablas a la hora de confrontar a sus rivales políticos. También se elogia su carisma. Se la ve como la compañera ideal para reforzar el atractivo que Biden ofrece al voto afroamericano y a las mujeres sin provocar una especial conflictividad con la oposición de izquierda, sector para el que no es la mejor opción.