El legado de Raimon
Figura fundacional, casi mítica, de la canción de autor en nuestro país, Raimon se mantuvo en activo durante la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos vivido del actual: hace dos años, o tres, a lo sumo, recordemos que ofreció a su público incondicional cinco multitudinarios “recitales de despedida” en el Palau de la Música, a los que el público respondió con un entusiasmo y fidelidad que muchos políticos de ida y vuelta quisieran para sí.
Su voz rota y poderosa, autoritaria y persuasiva al mismo tiempo, el apasionamiento que derrochaba en sus actuaciones, su inequívoca militancia en favor de la mayoría silenciosa y resignada (el propio Raimon es un hijo de la posguerra), su integridad moral, en suma, hicieron de él un personaje irrepetible, que ya forma parte del imaginario de toda una generación.
El motivo de esta carta es muy modesto, mas no por ello menos importante: poner de relieve una noticia dada a conocer hace pocos días por este mismo periódico: el propósito de Raimon de ceder la totalidad de su patrimonio personal y artístico al futuro Centro de Actividades Culturales que llevará su nombre, con sede en Xàtiva, su patria chica, nunca perdida ni olvidada. Un gesto comparable a una rúbrica de oro a su trayectoria musical y creativa, de envidiable calidad y coherencia.
Gracias por hacer posible un espacio de encuentro y reflexión para viejos y nuevos amigos, tanto para aquellos que compartieron, padeciéndolos, los años de plomo, como para los nuevos adeptos, que harán suyo tu mensaje de esperanza y solidaridad que atesora tu invalorable legado. En nombre de todos los que siempre estuvimos a tu lado, gracias, querido amigo.
Raúl Teixidó
Igualada