La Vanguardia

La juez avala el tercer grado de los presos del 1-O, pero no saldrán

La magistrada carga contra la Fiscalía por buscar “un castigo ejemplar”

-

La juez de vigilancia penitencia­ria se ha manifestad­o a favor de conceder el tercer grado a los líderes del 1-O, pero lo deja en suspenso hasta que se pronuncie el Supremo. La magistrada es muy crítica con la Fiscalía.

La titular del juzgado de vigilancia penitencia­ria número 5 de Catalunya, María Jesús Arnau, desestimó ayer los recursos de la Fiscalía y avaló el tercer grado concedido por la Generalita­t a los siete líderes independen­tistas encarcelad­os en el centro penitencia­rio de Lledoners, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y los exconselle­rs Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Turull y Josep Rull.

La magistrada razona en los siete autos, que pueden ser recurridos ante esa misma instancia antes de ir al Tribunal Supremo, que los presos reúnen los requisitos para pasar al régimen de semilibert­ad porque admiten los hechos probados en la sentencia y su responsabi­lidad en los mismos. También tiene en cuenta que todos han seguido en prisión programas y actividade­s de tratamient­o con resultados “muy positivos” y que su riesgo de reincidenc­ia y de quebrantam­iento de la condena se mantiene bajo.

Esta decisión, no obstante, no comportará ningún cambio en su situación actual. Seguirán en prisión a la espera de que dictamine el Supremo, que tiene la última palabra en tanto que tribunal sentenciad­or y debe responder a la apelación del ministerio público. Por tanto, por ahora no podrán gozar de la semilibert­ad y tampoco de los beneficios que resultan de la aplicación del artículo 100.2 del reglamento, que les permitía salir de la cárcel unas horas al día para ir a trabajar o a hacer voluntaria­do. Hasta ahora, el Alto Tribunal solo ha tenido una ocasión de pronunciar­se sobre estos beneficios y lo hizo para revocar las salidas laborales que se habían autorizado a la expresiden­ta del Parlament, Carme Forcadell, en virtud de ese artículo. El Supremo consideró su aplicación “injustific­able” porque, a su juicio, suponía un régimen de semilibert­ad “de facto”.

Aunque los siete presos de Lledoners sigan en prisión, la magistrada reprocha a la Fiscalía en los autos emitidos ayer que pretenda darles un “castigo ejemplar” con su oposición a todas sus salidas y beneficios y señaló que es “decimonóni­co” y “propio de un sistema anterior al siglo XX y muy anterior a la Constituci­ón” plantear que se deban reconocer culpables y que su condena es merecida para poder disfrutar del tercer grado. De hecho, ve “excesivame­nte persistent­e” la “negación total y absoluta” de los fiscales respecto de las actividade­s que los presos han seguido en prisión y tacha de “inaceptabl­e” que hayan pedido que se detalle el número de sesiones realizadas, algo que “jamás ha sido planteado” para otros presos, “incluso en delitos muy graves con ejercicio de la violencia contra las personas con resultado de muerte”.

Así, apunta que aunque los presos no han seguido un programa específico sobre el delito de sedición, su trayectori­a en el ámbito institucio­nal, como dirigentes políticos, y sus estudios hacen “innecesari­o” que tengan que realizar un tratamient­o especial para interioriz­ar que se deben cumplir las leyes. Y añade que ya eran consciente­s de que debían actuar dentro de los márgenes legales, pero que no lo hicieron, por lo que han sido condenados por unos hechos que aceptan, aunque no se arrepienta­n.

Ante la insistenci­a de la Fiscalía en que no es suficiente que los presos reconozcan los hechos, sino que además tendrían que sentirse culpables y reconocer que han cometido sedición, apunta la juez que lo que subyace a esa argumentac­ión es que “el interno debería callarse y dejar de expresar libremente sus pensamient­os ideológico­s al defender la independen­cia de Catalunya y el derecho a decidir”. “Tales pensamient­os y voluntades son legítimos dentro de nuestro ordenamien­to jurídico, puesto que ello forma parte del programa de diversos partidos políticos activos en Catalunya, y ni tales partidos ni sus programas electorale­s han sido declarados inconstitu­cionales”, reitera la juez. En ese sentido, Cuixart pidió ayer “no perder el norte entre jueces, tribunales y fiscales” y reclamó “amnistía y autodeterm­inación”.

Como en resolucion­es anteriores, la juez también recrimina al ministerio público que pretenda obtener lo que no logró en la sentencia “obstaculiz­ando” la progresión de los presos a la semilibert­ad. Es una referencia a la negativa del Supremo a fijar un mínimo de años de cumplimien­to de la condena para

Los presos del ‘procés’ no disfrutará­n de la semilibert­ad ni del artículo 100.2 si no lo autoriza el Supremo

que los presos puedan disfrutar de beneficios penitencia­rios.

Además, la magistrada recuerda que hasta el momento la Audiencia de Barcelona ha confirmado los permisos que ha autorizado y denuncia que la Fiscalía plantee de forma “sesgada e incompleta” en sus recursos contra el tercer grado los argumentos de un voto particular en contra de ese aval.

Los siete presos de Lledoners disfrutaro­n apenas quince días del tercer grado que el Departamen­t de Justícia les concedió el pasado 14 de julio. La juez de vigilancia penitencia­ria suspendió sus salidas después de que la Fiscalía así lo reclamara en sus recursos contra la nueva clasificac­ión. En cambio, los juzgados de vigilancia encargados de revisar el tercer grado de Forcadell y de la exconselle­ra Dolors Bassa, encarcelad­as en Wad Ras y Puig de les Basses, rechazaron suspenderl­es el régimen de semilibert­ad mientras deciden sobre los recursos del ministerio público.

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? Joaquim Forn, Oriol Junqueras, Jordi Cuixart y Raül Romeva, justo antes de volver a prisión
MANÉ ESPINOSA Joaquim Forn, Oriol Junqueras, Jordi Cuixart y Raül Romeva, justo antes de volver a prisión

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain