Torra admite su decepción por no haber culminado el ‘procés’
Con un tono y unas palabras que suenan más bien a triste despedida, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, mostró ayer su decepción por no haber culminado el procés de independencia, circunstancia que achacó, en buena parte, a las discrepancias internas entre los socios que apoyan al Govern. Unas discrepancias que, según confesó, le han “sorprendido enormemente”. “No las podía entender y todavía no las entiendo”, dijo el president en una entrevista a la Agència Catalana de Notícies (ACN) que se difundió ayer. “Estaba dispuesto y preparado para llegar tan lejos como los grupos que me apoyaban y el Govern quisieran llegar”, señaló el presidente catalán, consciente de que le quedan pocos días en el cargo, ya sea por su más que probable inhabilitación por parte del Tribunal Supremo, que podría confirmar a principios de otoño la condena por desobediencia que le impuso el Tribunal
Superior de Justícia de Catalunya, o bien porque se decida en los próximos días a convocar elecciones anticipadas para mediados de noviembre antes de que actúe el Alto Tribunal. En este sentido, y en el marco de la misma entrevista, que tuvo una primera entrega el lunes, el president dijo que no tomará la decisión en función de “ningún interés personal ni partidista” y que no le “limitará nunca en absoluto ninguna fecha que fije la justicia española”. De hecho, torra pidió acabar con el debate sobre la fecha electoral y zanjó la cuestión reiterando que Catalunya irá a las urnas cuando él considere que es “el mejor momento” para el país, teniendo en cuenta la situación “complicada” derivada de la pandemia de la Covid-19.
Volviendo a la idea motriz de su mandato, el president insistió en que estaba “preparado para todos los escenarios”, y que el procés no avanzó más pero por otros factores: “Yo no me podía esperar que, en una situación con presos y exiliados, se produjeran según qué acciones, sinceramente”, añadió. Torra remachó que él creía que se podría dar continuidad al procés, “y no que de pronto cambiaran tanto las cosas”. “Esto me ha chocado personalmente”, reconoció.
En la misma línea, Torra admitió que hay gente “decepcionada” con la clase política porque no se ha podido culminar. “Yo mismo”, aseguró. Sin embargo, el jefe del Consell Executiu argumentó que está “contento” de haber mantenido “el pulso y la dignidad” de la institución, y de “no haber bajado la guardia”, a pesar de las “circunstancias enormemente difíciles” que ha afrontado. Torra también opinó que los políticos no estuvieron a la altura durante la sentencia del juicio por el 1-O: “Debimos de fallar todos, porque la gente estuvo allí”, sentenció.
Con todo, Quim Torra defendió que el 1-O debe ser el eje central de la estrategia independentista: “Cualquier salto colectivo que nos planteemos solo puede producirse si se vuelve a repetir esta fórmula mágica”, apuntó tras destacar la “unidad” entre instituciones, partidos, entidades y ciudadanía para hacer posible el referéndum del 2017. En esta línea, el presidente reiteró su apuesta por un nuevo embate “democrático” para “ensanchar más” el apoyo independentista. “El 1-O fue el momento en el que llegamos a tocar la independencia con las puntas de los dedos”, recordó, para concluir: “No entiendo por qué deberíamos cambiar de estrategia”.
“No me podía esperar que, en una situación con presos y exiliados, se produjeran según qué acciones”