Redescubrir el destino
El parque acuático Water Word, el Gran Casino, empresas de servicios, las playas... Lloret de Mar no ha cesado su actividad, pese a la pandemia. La mayoría de hoteles, bares, restaurantes y tiendas también han levantado la persiana. La fiesta mayor se suspendió pero a nivel cultural hay en marcha ciclos de teatro y festivales, entre ellos, uno de nuevo. “El destino ha hecho un gran esfuerzo público y privado para prestar estos servicios. No podemos obviar que la dificultad es extrema pero las empresas y los autónomos hacen lo imposible para cubrir las expectativas y dar trabajo a sus plantillas”, señala el alcalde de Lloret de Mar, Jaume Dulsat, quien añade que “harán falta ayudas directas al sector porque muchos no sobrevivirán”. El municipio ha hecho los deberes en materia turística con la elaboración de un plan integral de la mano con los diferentes sectores. Más de 8.500 trabajadores se han formado en prevención de la Covid-19. Una de las ventajas de visitar el municipio ahora es que al haber menos ocupación puede disfrutarse más. “Lo positivo de venir a Lloret en estos meses de verano es, sin duda alguna, que los turistas estan redescubriendo un Lloret de Mar con menos gente en los negocios locales. Pueden ir a cala Boadella, considerada una de las mejores playas de España, y disfrutarla entre semana debido a la baja ocupación con privacidad y tranquilidad”, precisa Dulsat. Otra cosa ya es el fin de semana. Las playas de Santa Cristina, Sa Boadella y Treumal, por ejemplo, han llegado al 100% de ocupación de bañistas en algunas ocasiones, mientras que Fenals alcanzó el 80%, y las de Canyelles y Lloret se situaron en el 60%.