Duende, Lorca y Chichos
Miguel Poveda actuó anoche en el Festival de la Porta Ferrada
A finales de los ochenta y principios de los noventa, la escena flamenca en Catalunya experimentó un notable avivamiento gracias a emergentes y jóvenes figuras que captaron la atención de nuevos públicos. Entre los artistas que protagonizaron este resurgimiento se sitúa, en un lugar más que destacado, Miguel Poveda, que anoche protagonizó una nueva cita del Festival de la Porta Ferrada, actuando ante un público mayoritariamente maduro, que arropó con un cálido aplauso su aparición en el escenario.
La gala estuvo marcada por la pandemia, y no solo a causa de las imprescindibles medidas de seguridad adoptadas por la organización de la misma. Y es que el concierto empezó a caminar con la bulería “De qué manera”, publicada el pasado mes de mayo en pleno confinamiento, y con la que Miguel Poveda expresa su agradecimiento al personal sanitario. “Quiero verles sonreír detrás de estas cosas que nos han puesto --dijo al público refiriéndose a las mascarillas--. Aprenderemos a convivir con esta locura de situación”.
El cantaor compareció en el Guíxols Arena arropado por una formación comprimida, aunque de altísima calidad, integrada por Joan Albert Amargós al piano, Jesús Guerrero a la guitarra, y Francisco González Paquito a las percusiones. Buena y competente compañía para una propuesta que, tras el descorche, entró de lleno en el universo de Federico García Lorca, empezado por “Los cuatro muleros” y “Anda jaleo”, y siguiendo con una sobrecogedora “El silencio”.
Miguel Poveda, que en una de sus alocuciones reivindicó la diversidad musical, prosiguió rindiendo tributo a Los Chichos. Se adentró luego en el mundo de la copla, saltando más tarde a Bambino. Un número a solas del guitarrista marcó el inicio de un cierto giro en el concierto, que tomó un aire más ortodoxo transitando por distintos palos flamencos, soleá por bulería, y también guajira, entre ellos. Al cierre de esta edición, se preveía que el de Badalona completaría la noche con alusiones a Lole y Manuel, Maria Mercè Marçal (“Cançó del bes sense port” ) o El Lebrijano.