Puigdemont da por imposible el diálogo y aboga por la confrontación
El expresident asegura que el Estado no negociará nunca la autodeterminación
Carles Puigdemont pidió ayer a los partidos independentistas que apuesten por “la confrontación inteligente con el Estado” tras esgrimir que es imposible que prospere la vía del diálogo para negociar la autodeterminación de Catalunya, y remarcó que a pesar de la incertidumbre que genera esa opción y de que “quizá es la menos segura”, es la “única vía transitable, realista y sin falsas ilusiones” para alcanzar su objetivo. “Del Estado no saldrá nunca una plataforma negociadora que aborde la autodeterminación”, aseguró el expresident en la Universitat Catalana d’estiu de Prada de Conflent, en Catalunya del Nord.
El líder de Junts per Catalunya marcó el rumbo para su nuevo partido, aunque él quiso desvincular su discurso de las formaciones políticas y de la actualidad. Señaló que no había “mensajes ocultos” ni respuestas a los últimos acontecimientos, a la disputa con Esquerra Republicana en el Parlament. Así las cosas, afirmó que era un análisis para el “debate interno permanente” que necesita el independentismo.
El diagnóstico que hizo no es otro que el del Consell per la República. De hecho, el propio Puigdemont apuntó después que es un organismo “clave y necesario” en “la consecución de una estrategia compartida”. La entidad soberanista trabaja en una hoja de ruta común para todos los partidos que están representados en ella, si bien la aprobación de sus documentos no es vinculante para estos y no se hace por consenso sino por mayorías.
En realidad el panorama y el consecuente plan que esbozó el expresident no es exclusivo de su espacio. Otros actores como la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), la CUP o Demòcrates de Catalunya ya habían trazado una ruta similar después de llegar a la misma conclusión: la negociación con el Gobierno central no prosperará.
Durante su intervención, Puigdemont tomó prestada del libro del posconvergente Josep Costa Eixamplant l’esquerda hi guanyarà la independència (Comanegra) la metáfora de una “pared agrietada”, para referirse al Estado, y afirmó que “la voluntad de superar esa pared es lo que debe mantener activa la voluntad de alcanzar la independencia” –el título de su conferencia era ¿Independencia desactivada?–.
De ese modo, pidió a los partidos de su espectro “mucha preparación”, “planificación”, que se “traten como aliados de una misma causa” y que acuerden “una estrategia común para superar esa pared”. O lo que es lo mismo: unidad. “No es momento de excluir a nadie”, aseveró. “No sobra nadie, cuando hemos ido unidos, hemos sido más fuertes”, añadió el expresident, que a la vez admitió que la unidad, la fortaleza, la voluntad de alcanzar la independencia o los liderazgos comprometidos no bastan.
Sobre las discrepancias entre independentistas apuntó que “en gran parte” se deben a la “agresividad de la represión del Estado”. “La represión nos ha dejado muescas en el cuerpo y tiene efectos secundarios visibles”, señaló refiriéndose a la “división, la desorientación, la desmovilización y al enojo”. Pero inmediatamente después dejó claro que son situaciones “reversibles”.
El líder de Jxcat atribuye parte de los desencuentros entre independentistas a la “represión” del Estado